La joven, ciudadana de Simpsonville, Carolina del Sur (Estados Unidos), se reunió con su expareja, junto antes de cumplir 19 años, para hablar sobre la relación, narra el Canal Fox.
En un parqueadero, Seth Aaron Fleury le mordió el labio cuando Hayes le dejó claro que la relación había terminado definitivamente.

“Simplemente se aferró a mí, lo recuerdo. Sentí que se desgarraba y ya estaba adormecido, pero lo sentí y quedé en shock. Por supervivencia, comencé a gritar”, le contó a la televisión estadounidense.
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“Miré hacia abajo y el labio estaba literalmente en mi pierna… Lo levanté y me dije qué diablos es esto, No sabía qué hacer, no sabía qué estaba pasando, cómo sucedió esto, solo recuerdo haber pensado, desearía que esto terminara”, continúo el relato de Hayes.
Kayla, en primer momento, recibió más de 300 puntos de sutura y luego fue sometida a varias cirugías de reconstrucción. En los primeros días el movimiento de su boca permaneció condicionado.

“El cirujano tuvo que cortarme toda la cara y las mejillas para juntar los dos lados de mi labio porque estaba completamente arrancado”, recordó la joven.
(Se pide discreción por la dureza de las fotos)

El agresor, que fue acusado de asalto y agresión de una naturaleza alta y agravada, aceptó los cargos y fue condenado a 12 años de cárcel.
Hayes cuenta su historia para ayudar a que otras mujeres detecten posibles relaciones violentas: “Nadie espera que alguien que se supone que los ame se convierta en un animal. Hay una diferencia entre aceptar los altibajos en lugar de aceptar el abuso, ya sea físico, mental, sea lo que sea, no lo aceptes”, finalizó.
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