De acuerdo con el diario Chicago Sun Times, el hospital Christ Medical Center emitió un comunicado en el que asegura que anulará las facturas, sin embargo, Giovanni López, padre del bebé fallecido, y su familia dicen, mediante su abogado Frank Ávila, que siguen recibiendo demandas de pago que amenazan con otros métodos de cobro.

Su saldo está vencido. Pague el monto total para evitar ser referido a una agencia de cobranza externa”, dice uno de los recibos, al cual tuvo acceso el rotativo estadounidense.

Incluso, lo que más indignó a la familia latina es que su pequeño fuera identificado como “Niño Figueroa”, apellido de Clarisa y su hija Desiree, quienes asesinaron cruelmente a Marlen Ochoa-López y le arrancaron al bebé de su vientre el pasado 23 de abril en Chicago, Illinois (EE. UU.), explica el mismo medio.

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Chicago Sun Times

El hospital Christ Medical Center emitió un comunicado para explicar que todo se ha tratado de un error: “Hemos tenido conversaciones con la familia sobre una factura que fue enviada inadvertidamente y lamentamos este errorNuestros corazones y oraciones continúan estando con la familia Ochoa-López durante este difícil momento”, cita Chicago Sun Times.

Ávila también se quejó de que el centro médico no ha proporcionado los registros médicos del bebé y acentúa que los familiares siguen a la espera de recibir el certificado de nacimiento original, que continúa nombrando a Clarisa Figueroa como la madre del niño.

“Esto es atroz… ¿Qué clase de personas monstruosas son estas?”, reclamó el abogado por medio del mismo diario.

Marlen Ochoa-López fue asesinada el 23 de abril pasado y su hijo arrancado de su vientre por Clarisa Figueroa, de 46 años de edad, y su hija de 24 años Desiree, quienes enfrentan cargos de homicidio en primer grado por la muerte de la joven.

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Ochoa-López debía dar a luz el 5 de mayo y su desaparición fue reportada el 23 de abril, el mismo día en que fue a visitar el hogar de las acusadas, ubicado en el suroeste de Chicago.

Piotr Bobak, de 41 años de edad y novio de Clarissa, fue acusado de ayudar y ocultar un homicidio.

Clarisa Figueroa atrajo a Ochoa-López con la promesa de regalarle ropa de bebé para su futuro hijo, pero, con la colaboración de su hija, la estranguló con un cable eléctrico en la sala de su casa, mientras la joven embarazada miraba un álbum de fotografías.

Luego, el bebé fue arrancado del vientre de la madre.

Según la investigación policial, Clarisa Figueroa hizo una llamada al teléfono de emergencia 911 para avisar que el niño recién nacido tenía problemas para respirar, tras lo cual fue transportado en estado crítico a un hospital cercano donde se encuentra en cuidados intensivos y con daños cerebrales.

Desiree Figueroa declaró a los agentes que su madre había dado a luz al bebé, aunque luego las pruebas de ADN confirmaron que el recién nacido era hijo de la víctima, y de su esposo, Yovani López.