Este sábado el Servicio Geológico Colombiano (SGC) advirtió que no se puede bajar la guardia porque el volcán Nevado del Ruiz no ha hecho erupción dos meses después de haber pasado su nivel de actividad de amarillo a naranja. “Hay varios indicadores importantes que muestran que todavía podría hacer una erupción considerable en días o semanas”, destacó la entidad.

Los ojos de los científicos están puestos sobre el Nevado del Ruiz porque en su mapa de riesgo hay varias ciudades capitales y municipios del país que se verían afectados por una eventual erupción. Pero ese no es el único volcán que está activo en el continente. Hay al menos otros tres que le hacen señales al mundo con fumarolas para advertir que están despertando.

1. El Cotopaxi, en Ecuador

El más cercano a Colombia es el volcán ecuatoriano Cotopaxi, situado unos 45 kilómetros al sureste de Quito, en la cordillera de los Andes, que lanzó este sábado una columna de gases y ceniza que se elevó hasta unos mil metros sobre su cumbre, informó el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional.

AFP / Volcán Cotopaxi.
AFP / Volcán Cotopaxi.

El coloso, que mantiene un proceso eruptivo desde octubre pasado con tendencia a disminuir, ha registrado esta jornada una serie de tremores (temblores constantes), de menos de diez minutos de duración cada uno, relacionados con las emisiones de gases, vapor de agua y ceniza.

En las última 24 horas, la red de sismógrafos del IG que vigilan el Cotopaxi han detectado 23 señales de tremor, así como 19 sismos leves de “largo periodo”, relacionados con el movimiento de fluidos en el interior de la montaña. “Durante las últimas 24 horas se han observado columnas de emisión y ceniza con dirección al oeste y noroeste, a una altura máxima de 1.000 metros sobre el nivel del cráter”, precisó el IG en su último informe.

El Cotopaxi, de 5.897 metros de altitud y 20 kilómetros de diámetro basal, es la segunda montaña más alta de Ecuador y presenta una forma cónica perfecta, visible desde la capital del país cuando las condiciones atmosféricas lo permiten.

2. El Sangay, en Ecuador

En cuanto a la situación en el Sangay, el otro volcán activo de Ecuador, de 5.230 metros de altitud, y último volcán al sur del país (ubicado unos 200 kilómetros de Quito, en la provincia de Morona Santiago, en la llamada Cordillera Real andina que mira a la Amazonía), el IG informó que su comportamiento en la superficie se mantiene alto con una tendencia ascendente y precisó que en las últimas 24 horas se han registrado 504 explosiones.

“En caso de lluvias fuertes, estas podrían removilizar el material acumulado, generando flujos de lodo y escombros que descenderían por los flancos del volcán y desembocarían en los ríos adyacentes, especialmente los ríos Volcán y Upano”, precisó el IG, y destacó que, ante la alta nubosidad en la zona, no se ha podido observar las manifestaciones superficiales de este coloso de 5.230 metros de altitud.

3. El Rincón de la Vieja, en Costa Rica

Está ubicado en el norte del país y mantiene una actividad constante con erupciones de gases, ante lo que las autoridades continúan con una vigilancia cercana y con llamados a la prevención. Este sábado el volcán tuvo una nueva erupción de gases que alcanzó una altura de 1.500 metros sobre el cráter, informó el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).

AFP / Volcán Cotopaxi.

La entidad detalló que “se observa una pluma blanca que se eleva aproximadamente 1.500 metros de forma vertical, no se observa ceniza ni derrames fuera del cráter. No se reporta caída de ceniza ni lahares”. Durante mayo, el volcán tuvo alrededor de 50 erupciones de gases y algunas de cenizas, mientras que en abril la cifra fue de 30. Esta actividad no ha provocado daños materiales o afectado a las comunidades cercanas.

La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) declaró la semana pasada una alerta verde para las comunidades cercanas al volcán, como una forma de prevención y para que la gente se mantenga atenta a la información oficial. Este lunes la CNE brindará un informe acerca de la actividad del volcán y acciones a seguir.

El volcán Rincón de la Vieja, situado en la provincia de Guanacaste (noroeste), es uno de los más activos del país y sobre el cual los expertos mantienen constante vigilancia. Este coloso tiene su cráter a 1.916 metros sobre el nivel del mar y desde el año 2017 ha incrementado su actividad con respecto a años anteriores.

Costa Rica es un país de frecuente actividad volcánica, principalmente en los volcanes Turrialba (este), Poás (centro) y Rincón de la Vieja (noroeste) y pocas veces estas actividades provocan afectaciones a la población.

4. El Popocatépetl, en México

Miles de lugareños ven a este coloso de 5.452 metros de altitud como un ser con alma y cuerpo, que se les aparece y tiene nombre y apellido. Bautizado Popocatépetl (“montaña que echa humo”) en la lengua náhuatl de los aztecas, ‘Don Goyo’ o el ‘Popo’ son los otros apelativos de este monumento natural que encumbra la riquísima tradición oral de México.

AFP / Volcáb Popocatépetl.
AFP / Volcáb Popocatépetl.

Este gigante continúa liberando gases y cenizas que han alcanzado varias localidades del centro de México, pero su nivel de alerta se mantiene en el nivel previo al de alta peligrosidad. A finales del mes pasado, las fumarolas obligaron a suspender temporalmente las operaciones en los dos aeropuertos que sirven a Ciudad de México, porque el coloso exhalaba vapor de agua, gases y ceniza, reportó el Centro Nacional de Prevención de Desastres.

También se registraron dos explosiones y tremor, una señal sísmica asociada al movimiento de fluidos al interior del volcán. El nivel de alerta se mantenía en “amarillo fase 3”, al que fue elevado tras una creciente actividad que podría afectar la aviación y a poblaciones incluso alejadas por el lanzamiento de fragmentos. Se trata del nivel previo al rojo de alta peligrosidad, dividido también en dos fases.

El Popocatépetl, cuyo proceso eruptivo se reactivó en diciembre de 1994, se ubica en los límites de los estados de México, Morelos y Puebla. El incremento de la alerta obligó a autoridades y organismos de socorro a preparar personal, equipos de evacuación y albergues ante una eventual emergencia.