
La situación para miles de migrantes en EE. UU. es cada vez más incierta, pues desde la llegada de Donald Trump por segunda vez al poder en ese país, las autoridades han puesto sus focos en aquellas personas que arribaron a suelo estadounidense como indocumentados desde hace varios años.
(Vea también: A 350.000 personas les quitarán permiso especial y saldrían expulsadas de Estados Unidos)
Así como muchos ciudadanos que tienen incluso una ‘green card’ han sido deportados, también se conocen historias de personas que llegaron buscando asilo en Estados Unidos y resultaron en serios inconvenientes. Ese es el caso de Andry Hernández, un maquillador y actor venezolano de 31 años, que vio truncados sus sueños por lo que parece ser un grave error de las autoridades migratorias.
Hernández llegó a EE. UU. alegando una persecución en Venezuela por ser gay y su oposición al gobierno venezolano. Lo que más impacta del hecho es que aunque fue detenido voluntariamente en la frontera con San Diego (California), la policía lo deportó a El Salvador con otros 237 migrantes venezolanos en vuelos del pasado 15 de marzo.
Hernández apareció en una de las megacárceles construidas por Nayib Bukele acusado de pertenecer al Tren de Aragua, combo delincuencial del que dice su familia y el mismo detenido, no conoce y ni ha pertenecido a ninguna de sus estructuras. Luego de pasar casi dos meses sin saber nada de él, Alexis Romero, la mamá del joven, se enteró por Philip Holsinger, fotógrafo de Times, que su hijo estaba detenido por el Cecot, después de que lo captara en una imagen en ese lugar y tras escucharlo gritar “soy inocente” y “soy gay”, mientras los guardias lo abofeteaban. Holsinger expresó para Forbes que el venezolano “comenzó a rezar y a gritar, literalmente llorando por su madre”, diciendo que él no era un delincuente.
Ver esta publicación en Instagram
En una conversación con Caracol Radio, Alexis Romero comentó que su hijo no pertenece a ningún grupo delictivo y que el único cargo por el que las autoridades estadounidenses lo detuvieron y enviaron a una cárcel en El Salvador es porque tenía “tatuajes con coronas” que decían ‘mom y dad’ (mamá y papá en español).
La mujer expresó en el diálogo que aunque pensaba que iba a ser enviado de regreso a Venezuela “lo mandaron para otro lado”, pero no supo a dónde fue a parar su hijo. Lamenta que la entrevista de deportación en EE. UU. fuera realizada por una compañía privada de seguridad y no por la migración de ese país, lo que hizo que la defensa del detenido no supiera nada del hecho, sino hasta que apareció su foto en la megacárcel.
La abogada de Hernández, Paulina Reyes, sentenció que las autoridades estadounidenses y salvadoreñas no tienen ninguna prueba contra el artista venezolano, más allá que la presunción de que tiene vínculos con el Tren de Aragua por los dos tatuajes de corona que tiene, pues no cuenta con anotaciones o antecedentes penales en su país, en Colombian donde residió un año, ni en Estados Unidos.
La madre del joven pidió a las autoridades que intercedan para que se dé su liberación, a la vez que Human Rght Watch hace seguimientos a los casos de deportaciones ilegales o con errores de migrantes de Estados Unidos.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO