La intención es mostrarles las complejidades de la Amazonia a los aspirantes a llegar a la Casa de Nariño en las elecciones presidenciales de 2022, informó la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, que también quiere involucrar a los aspirantes a Cámara y Senado para que se acerquen a la realidad de la región del Amazonas.

En el primer sobrevuelo con Alejandro Gaviria también estuvo la rectora de la Universidad EAN, Brigitte Baptiste. La idea es que todos los que acepten esa invitación “entiendan sus problemáticas y oportunidades [de la Amazonia] para generar propuestas para su desarrollo sostenible”, explica la fundación en Twitter.

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Hasta este jueves por la mañana, Gaviria no se había pronunciado puntualmente sobre su sobrevuelo ni sobre la Amazonia. Lo que hizo en su cuenta de Twitter fue retuitear el trino de la fundación que lo llevó, y el de otra persona que dice: “Esto es una tragedia. La deforestación está acabando con nuestra diversidad biológica y cultural. Ganadería extensiva, acaparamiento de tierras, coca y plantaciones industriales los principales motores. Sin una presencia integral de Estado esto no se detendrá”.

La iniciativa de la fundación no solo coincide con la carrera presidencial en Colombia, sino con la denuncia que acaba de instaurar la ONG austriaca AllRise contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, que busca llevarlo ante la Corte Internacional de Justicia por “crímenes contra la humanidad” al destruir la Amazonia, y con los preparativos para la cumbre de la COP26, en Glasgow (Escocia).

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Ambas circunstancias también deben enviar fuertes mensajes a todos los que aspiren gobernar a Colombia, pues cada vez más la situación de la Amazonía está en los ojos de la humanidad y, sobre todo, de los jóvenes.

El desastre ambiental del Amazonas

A los candidatos les debe interesar saber que la Amazonía, que abarca nueve países, perdió entre 1985 y 2020 el 17 % de su vegetación nativa, un área equivalente al territorio de Chile, y el 52 % de sus glaciares, ubicados en su región andina, según un informe independiente divulgado a finales del mes pasado.

En ese estudio, la plataforma colaborativa Mapbiomas revela que en 36 años fueron perdidas 74,6 millones de hectáreas de selva y otras formaciones naturales no forestales, y advierte que a ese ritmo podría alcanzarse en esta década el “punto de ruptura para los servicios ecosistémicos de la Amazonía”, un bioma vital para frenar el cambio climático.

Los datos, a partir del mapeo satelital de cambios del uso del suelo a nivel de toda la Amazonía, revelan que, mientras en 1985 solo el 6 % de la mayor selva tropical del planeta había sido convertida en las llamadas “áreas antrópicas” (zonas urbanas o tierras destinadas a la agricultura, la ganadería o la minería), en 2020 ese porcentaje representaba el 15 % de toda la región.

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“Estudios recientes apuntan que la pérdida de 20-25 % de la cobertura boscosa de la Amazonía podría significar el ‘tipping point’ (punto de ruptura) para los servicios ecosistémicos de la Amazonía. Si continuara la tendencia actual verificada por MapBiomas, este punto de inflexión se podría alcanzar en esta década“, señala el comunicado.

En esos 36 años, según Mapbiomas, hubo un incremento del 656 % en minería, del 130 % en infraestructura urbana y del 151 % en agricultura y ganadería en la Amazonía, actividades responsables de la deforestación, que es lo que origina gran parte de los incendios.

El estudio incorpora toda la Amazonía, desde los Andes, pasando por la planicie amazónica y llegando hasta las transiciones con los biomas del Cerrado y el Pantanal, y fue hecho en colaboración con Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG), un consorcio amazónico, con expertos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.