Otro importante aspecto que debe tener en cuenta es que las manos del manipulador deben estar limpias y sin laceraciones o heridas en su piel. Además, “es recomendable que tenga una indumentaria que evite la contaminación de los productos”, dice la Autoridad Nacional de Acuicultura y pesca (Aunap).
En cuanto al pescado, debe tener ojos que ocupen toda la cavidad orbitaria, y que sean transparentes, firmes, brillantes, salientes y de pupila oscura.
La piel del animal debe ser firme, húmeda, tersa, adherida al músculo, sin arrugas ni laceraciones, y con color y apariencia propia de la especie. Su carne tiene que estar elástica al tacto, bien adherida a los huesos y que no se desprendan de ellos al ejercer presión con los dedos; la superficie de corte brillante.
Las escamas deben estar unidas entre sí, bien adheridas a la piel, con brillo metálico y no ser viscosas. Finalmente el olor debe ser agradable y con aroma marino.
El pescado que se vende en exhibidores abiertos debe mantenerse en una cama de hielo.
“Nunca compre productos de pesca y/o cultivo que estén al aire libre y sin su debida cadena de frío. Tenga en cuenta que la congelación es el secreto de las buenas carnes” dice la autoridad.


Los comerciantes deben contar con los permisos establecidos y mantener sus productos bajo condiciones óptimas de higiene y refrigeración para no alterar la pureza del producto.
Por su parte, la Central de Abastos más grande del país (Corabastos) actualmente maneja los siguientes precios:
- Bagre: $20.000 (Kilo).
- Boca chico: $20.000 (Kilo).
- Cachama: $8.000 (Kilo).
- Corvina: $32.000 (Kilo).
- Cucha: $8.000 (Kilon).
- Filete de merluza o róbalo: $30.000 (Kilo).
- Mojarra roja / Tilapia: $8.000 (Kilo).
- Nicuro: $10.000 (Kilo).
- Pescado seco: $24.000 (Kilo):
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