
La preservación de los subsidios para cilindros de gas licuado de petróleo (GLP), destinados a familias de estratos bajos, se encuentra en un momento crítico, según lo alertó Alejandro Martínez, presidente de Gasnova.
Y es que más de 670.000 personas en seis departamentos de Colombia (Nariño, Putumayo, Cauca, Caquetá, San Andrés y Amazonas) dependen de esa ayuda para sus necesidades básicas como la cocina. Podrían estar en riesgo de perder ese beneficio crucial.
La raíz del problema radica en un déficit presupuestal significativo enfrentado por el país, con pagos pendientes que ascienden a 45.000 millones de pesos. A pesar de que los recursos para cubrir estos subsidios no han sido transferidos desde julio, el Ministerio de Minas ha mostrado disposición de resolver la falta de financiación. Sin embargo, el obstáculo se encuentra en el Ministerio de Hacienda, que ha indicado no poseer los fondos necesarios para cumplir con esta obligación.
(Vea también: Dura noticia para millones de trabajadores en Colombia por pago en 2025: mínimo $ 405.000)
Martínez hizo énfasis en la falta de alternativas para enfrentar la situación, destacando la ausencia de un “plan B”. De hecho, hizo un llamado urgente al Gobierno para actuar de manera inmediata y así evitar las repercusiones negativas que surgirían si ese apoyo desaparece.
Los subsidios actualmente cubren hasta el 50% del costo de los cilindros para las familias del estrato 1, ayudándoles a gestionar sus recursos más efectivamente.
Cuánto pagarían las familias de estrato 1 y 2 si se acaba subsidio de gas
Si el subsidio para comprar gas se acaba, dichas familias, que se benefician del 50 % del costo total, enfrentarán precios de entre 75.000 y 88.000 pesos por cilindro, duplicando así sus gastos.
Esta situación pone en peligro la economía de los hogares más vulnerables y compromete su capacidad para atender otras necesidades básicas. Además, la potencial eliminación de los subsidios no solo tendría un impacto económico devastador, sino que también podría incrementar problemas de salud y ambientales.
El uso alternativo de leña, como método para cocinar, podría resurgir entre estas comunidades, llevando a un aumento de enfermedades respiratorias debido a la inhalación de humo y contribuyendo negativamente al desgaste ambiental por la deforestación.




Esta compleja situación exige una acción gubernamental coordinada y eficaz que asegure la continuidad del apoyo a las familias que actualmente dependen del subsidio para el GLP.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO