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Las dificultades para el tránsito vehicular entre el centro del país y los Llanos Orientales tienen en jaque a diversos sectores de la producción, entre ellos el comercio, el transporte y la logística, así como a diferentes actividades agropecuarias.
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Los primeros perjudicados son los transportadores de carga por carretera que por los derrumbes, colapso de infraestructura y manifestaciones ciudadanas terminan bloqueados en las vías.
Según Alfonso Medrano, presidente de la Cámara Intregremial del Transporte Unidos, entre 2.000 y 3.000 vehículos podrían estar represados en los distintos puntos de las carreteras cerradas, principalmente en la que de Bogotá conduce a Villavicencio.
“No hay forma de devolverse para ningún lado, porque no hay vías. En estos días (seis hasta ayer) hemos perdido entre $ 200.000 millones y $ 300.000 millones por poquito. Y las perspectivas de solución no se ven, el Gobierno no da ninguna y el presidente Petro ni siquiera ha ido por allá, cuando es su deber”, comentó el dirigente gremial.
La Asociación de Transportadores de Carga estima que cada hora de un camión parado se pierden $ 100.000.
Sobre el efecto de esta coyuntura, Medrano anticipó que se verá de manera contundente en los próximos datos de inflación señalando que el indicador subirá un punto porcentual. “Creo que va a volver a quedar en 13 % (el dato anualizado), pues los Llanos son la despensa del país”.
En esa línea, Luis Fernando Mejía, director del tanque de pensamiento Fedesarrollo, comentó que el efecto podría venir especialmente por el aumento en el precio de algunos alimentos, por lo que hará que monitorear el nivel de abastecimiento en las principales centrales del país.
“Esto podría tener consecuencias en materia inflación. Sin embargo, es difícil en este momento tener una idea sobre el orden de magnitud de este impacto”, anotó.
Colfecar, por su parte resaltó que el sector de transporte y logística representa el 5 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia, generando 1,6 millones de empleos y movilizando más de 133 millones de toneladas al año.
Para este gremio, la situación de las vías que conducen a los Llanos se suman a la serie de desafíos que enfrenta el transporte de carga por carretera, agudizados por la creciente inseguridad y los altos costos para reparar o mantener su vehículo.
Arroz y avicultura
Rafael Hernández, gerente de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), expresó que la situación es compleja para los productores de este cereal, dado que por esta época está saliendo la cosecha grande del departamento del Casanare.
“La vía por la que sale ese arroz para Bogotá y otras partes del país era la de Aguazul-Sogamoso, pasando por Pajarito, Boyacá, y en esa fue en la que se cayó el viaducto. Reconstruir esa obra se tardará por lo menos un año, y no sé si haya forma de un paso alterno, pero hoy esa salida está cerrada”, declaró el dirigente.
Además, criticó que en Guayabetal, en la vía Bogotá-Villavicencio, se desatara una protesta ciudadana impidiendo la movilización vehicular.
“Como están las cosas, la cosecha arrocera del Casanare tendrá que salir por Villavicencio, con un recorrido más largo y, obviamente, con fletes más caros que los que se estaban pagando. Pero, esa es la alternativa y aspiro que la protesta en Guayabetal se resuelva pronto”, dijo Hernández.
Las localidades arroceras del Casanare son, básicamente, Yopal, Pore, Aguazul, Maní, Trinidad y Paz de Ariporo, de donde salen unas 800.000 toneladas de arroz verde.
Desde la Central Mayorista de Antioquia se indicó que en efecto lo que más llega desde los Llanos a ese complejo comercial es arroz, pero por el momento el precio está estable y los problemas viales no han causado perjuicios. Ayer la arroba del grano se negoció a $ 49.400.
A su turno, desde la presidencia de la Federación Nacional de Avicultores (Fenavi) Gonzalo Moreno, precisó que en la vía al Llano hay 79 granjas avícolas, distribuidas en los municipios de Villavicencio, Restrepo, Guamal, Cumaral, Acacías, Castilla la Nueva, Lejanías, Quetame y Guayabetal.
“Llevamos desde el centro del país hacia esas zonas 1,05 millones de pollitos de un día, se transportan 3.310 toneladas de alimento balanceado a la semana, y se traen de los Llanos 2.000 toneladas de pollo en canal a la semana y 86 toneladas diarias de pollo en pie para ser sacrificados en Bogotá”, precisó el presidente de Fenavi, quien indicó que estas cifras suponen el 4 % de la producción nacional de pollo.
“La situación más dramática es la de las granjas de Guayabetal que están en el epicentro del problema. Allá hay 1,2 millones de aves que no están teniendo suficiente alimento. Ya hemos tenido reuniones con el Ministerio de Agricultura, porque necesitamos entrar la comida y sacar los pollos”, declaró Moreno, quien abogó por apoyos como subsidios al transporte.
Vuelos caros
Mientras se normaliza el tráfico vehicular desde y hacia los Llanos, un fenómeno que se evidencia es el encarecimiento de los tiquetes aéreos hasta la capital del Meta.
Pero Villavicencio, y particularmente su aeropuerto el Vanguardia, no tiene una fuerte operación comercial activa, lo que reduce el mercado y así afecta los precios al viajero.
Según el diario La República, volar actualmente desde Bogotá hasta Villavicencio es casi tan caro como ir desde el aeropuerto El Dorado hasta Miami.
(Vea también: Avianca hizo importante cambio en vuelos a Villavicencio por derrumbe en vía al Llano)
En un simulador de precios de Google Flights, saliendo mañana 25 de agosto y regresando el lunes 28, los precios han escalado hasta 40% su valor frente al último fin de semana del mes pasado, dejando pasajes desde $837.000 hasta $1,2 millones.
Solo desde Bogotá, para esa fecha simulada, únicamente hay dos aerolíneas prestando operación, en el primer caso está Easyfly (ahora Clic) con un trayecto de $1,1 millones, un precio muy similar al de Avianca. En esos dos recorridos, ambos sin escalas.
Solo la ruta Bogotá – Villavicencio ha experimentado 40% los costos de los tiquetes el último mes, a luz de los reportes de las páginas de reserva. En el caso de Medellín – Villavicencio nuevamente con un vuelo directo de Clic, baja a $ 901.000, valor que subió 35% desde finales de julio.
De hecho, previendo esa situación, Satena aumentó su oferta en 50 vuelos ida y regreso entre Bogotá y Villaviencio, sumando 2.527 sillas, y el rango de precios anunciado para esta ruta está entre $250.000 hasta $440.000. Se espera que este sea un alivio.
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