A los campesinos más humiles del país “se les alcanzó a alegrar el corazón” cuando Rodolfo Zea, ministro de Agricultura, anunció que les iban a ayudar a los trabajadores del campo que han perdido más del 20 % de sus ingresos por causa del COVID-19; sin embargo, la alegría les duró solo unos minutos por los requisitos que exigieron para acceder al beneficio, por lo que pidieron que se evalúe cómo se está entregando, informó Noticias Caracol.

Eder Jair Sánchez, presidente de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, dijo en el noticiero que cumplir estos requisitos es imposible, ya que la mayoría del trabajo lo hacen ellos mismos y no tienen empleados (esto teniendo en cuenta que el Gobierno exigió mínimo tres para pagarles la prima).

“Estas primas van a llegar para los grandes productores como los de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) y Fedegan, pero para los pequeños productores es una utopía, es una vil mentira”, alertó Sánchez en el medio.

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Muchos campesinos que consiguen su sustento del día a día alcanzaron a pensar, según el informativo, que esto sería un verdadero regalo en esta fecha en la que se hace homenaje a su labor en el campo, pero al empezar a conocer las exigencias del Gobierno, de las que solo cumplirían con una (disminución del 20 % o más de sus ingresos) el panorama nuevamente fue desalentador, por lo que por estos días están trabajando a pérdidas.

“Yo hoy compré un bulto de abono y me vale más de 100.000 pesos; la carga de papa no la alcanzo ni a vender a eso”, indicó en el medio Jairo Parra, campesino en Boyacá; de igual manera, Carlos Nova, otro trabajador del campo, destacó que en esas tierras no hay qué hacer todos los días y que, a pesar de ser de la tercera edad, el Gobierno no le ha llegado ni con el primer subsidio.