Esa plata es de unos 10.000 inversionistas. Si quiere saber cuánto es eso, la respuesta es simple: ¡mucha plata!

Para que tenga una idea de cuánta: por la pirámide de DMG se recibieron más de 240.000 reclamaciones por 1,73 billones, pero solo se aceptaron unas 214.000, por 1,14 billones de pesos. ¿Cuánto es eso? Eso es un millón 140 mil millones de millones. No haga cuentas: ¡Mucha plata!

¿Sabe cuál es el problema? Que dicen que lo que ha pasado hasta el momento, y que involucra a empresas captadoras de dinero como Elite, Estraval, Vestigroup, Plus Values y Optimal, es solo la punta del iceberg. Como quien dice, cuando veamos más de la puntica, esta se nos va a ir hasta el fondo. Nadie sabe cuántas otras empresas tienen problemas y cuánta plata se puede perder. Estamos hablando de 10 billones de pesos; es decir, 10 millones de millones de pesos, solo compañías que no tienen relación con bancos.

Arranquemos por el comienzo

1. ¿Qué es una libranza?

Es un crédito que se hace con cargo a la nómina. Esto significa que si usted es empleado, le prestan plata a condición de que el pago se haga “por mano derecha” a través de descuentos por nómina. Cuando el pago del crédito se hace de esta manera, el prestamista se siente tranquilo, porque es un crédito de “bajo riesgo”.

2. ¿Quiénes ofrecen ese tipo de créditos?

Lo pueden hacer entidades bancarias, pero también lo pueden ofrecer entidades comerciales. Y aquí comienzan a aparecer los problemas: a los bancos, que son los que tienen menos problemas con las libranzas, los vigila la Superintendencia Financiera. ¿Pero a los otros, las entidades comerciales, quién las vigila? Además de la Superintendencia de Sociedades, prácticamente nadie, y se calcula que tienen una cartera de unos 7 billones de pesos en libranzas. ¿Cuánto es eso? ¡Mucha plata! El equivalente a unos 4 DMG.

3. Si es un crédito de bajo riesgo, que cobran por mano derecha, ¿por dónde se está perdiendo la plata?

 Aquí las autoridades han hablado de estafa, fraude, falsedad en documento, concierto para delinquir, captación masiva e ilegal, y hasta lavado de activos.

La explicación de estos delitos puede ayudar a entender el tema:

4. ¿Dónde aparece la estafa?

 Veamos: las deudas que adquiere un empleado son respaldadas con un pagaré. Ese pagaré es negociable; es decir, una entidad se lo puede vender a otra. Eso es conocido como compra/venta de cartera. Teóricamente, el comprador recibirá en módicas cuotas mensuales parte del capital prestado y los intereses, cada vez que le descuenten al empleado. Hasta ahí, la compra de cartera es un negocio que luce seguro.
Pero lo que las autoridades han descubierto es que algunos ‘vivos’ copiaron los pagarés varias veces y los revendieron a un comprador de cartera, o a varios compradores de cartera. Otra manera de decirlo: les vendieron pagarés chimbos.

5. ¿Y esa ‘platica’ que se captó con pagarés ‘chimbos’ qué se hizo?

Eso se está investigando, pero es probable que se haya utilizado para tratar de cubrir otras deudas o se haya sacado del país, o se haya ocultado. Es decir, alguien se la tumbó. El hecho es que es plata difícil de recuperar.

6. ¿Qué tan grande podría ser la estafa?

Una auditoría de las operaciones de un puñado de empresas que se dedican al negocio de las libranzas detectó 47.144 casos en los que el pagaré libranza de un mismo deudor era vendido dos, tres y hasta cuatro veces a diferentes compradores de cartera, en distintas fechas.

Obviamente, con varios pagarés copiados, solo uno de ellos, el original, tenía el respaldo de un empleado aportando a capital e intereses, mediante descuentos por nómina.

Además de los pagarés copiados y vendidos varias veces (proceso conocido como ‘gemeleo’), también se detectó que se habían entregado pagarés de deudas que los empleados ya habían pagado; es decir, no iban a generar pagos mensuales por intereses y capital (los expertos se refieren a estas deudas como ‘obligación ya extinguida’). Y tampoco eran 2 o 3, estamos hablando, según la auditoría, de más de 15.000, por valor de un poco más de 20 millones de dólares. ¡Mucha plata!

7. Dentro de los posibles delitos, se habla de captación masiva ilegal de dinero del público y se menciona la palabra ‘pirámide’

Cuando el dinero captado con pagarés originales y ‘chimbos’ fue mal utilizado, la única manera de tapar los huecos fue lanzándose a la captación de nuevos inversionistas a los que les ofrecían intereses muy altos, pero se les engañaba con pagarés falsos, pues no estaban respaldados por créditos de libranza; es decir que un empleado estuviera pagando intereses y capital. Esto llevó a un espiral en el que la única manera de pagar esos altos intereses, al menos por unos meses, era seguir captando nuevos inversionistas, con pagarés chimbos.

Ese es el esquema que describe la captación ilegal masiva de plata y el funcionamiento de una pirámide.

Simultáneamente, la plata captada también podría estar siendo mal utilizada.

8. También se habla de concierto para delinquir. Si existe, ¿entre quiénes?

No solo las empresas que ofrecían las libranzas están involucradas. Algunas de ellas decidieron ampliar su fuerza de ventas (de libranzas) asociándose con cooperativas y empezaron a usar el mismo título valor para captar más y más inversionistas.

En ciertos municipios de la Costa, por ejemplo, ofrecieron créditos a empleados, les hicieron firmar pagarés y luego les dijeron: “Usted no califica para obtener el crédito”, pero no se lo devolvieron. Esos pagarés en blanco luego fueron llenados con cualquier cifra, los duplicaron y se mostraron a inversionistas diciéndoles: “Hay una demanda muy grande de créditos, es el momento de invertir, se les garantiza que con el volumen de créditos se van a reconocer altas tasas de interés, se les va a hacer rendir su plata”.

Como los nuevos inversionistas no tenían cómo saber que los pagarés eran chimbos, que los créditos no existían, terminaban soltando más plata.

Cuando el inversionista reclama, se da cuenta de que la cooperativa no está constituida legalmente, pues es una empresa fantasma.

Todavía hay una discusión jurídica de por medio sobre el grado de responsabilidad, si la hay, de las cooperativas.

9. ¿Y qué hay del lavado de activos?

Mucha de la plata invertida en libranzas pudo ser de origen dudoso —narcotráfico o corrupción, por ejemplo—, por lo que los grandes intereses que ofrecían pueden ser una forma de justificar esos patrimonios.

10. ¿Quiénes eran los compradores o tumbados?

El espectro de compradores de cartera y tumbados, es decir, los que compraron pagarés chimbos, va desde grandes inversionistas internacionales, como el Deutsche Bank, hasta personas naturales con capitales, por ejemplo, de 30 ‘milloncitos’ de pesos.

Al Deutsche Bank, la firma Estraval le vendió cartera con unos 14.000 pagarés chimbos por aproximadamente 77.800 millones de pesos, que en dólares mal contados podrían ser cerca de 25 millones. También cayeron empresas del Grupo Aval, pero no se conoce aún la cuantía. No se sabe a aún el número de pequeños inversionistas que cayeron.

10. ¿Y quién fue el tumbador?

Pues es el que inicialmente otorgó el crédito al empleado, que luego hizo “ochas y panochas” con los pagarés ‘gemeleándolos’ para vender la cartera, y que usó la plata mal. En comienzo, son empresas como Estraval, que tienen representantes legales y otros cargos que pueden ser eventualmente responsabilizados por el tumbado.

11. ¿Los tomadores de los créditos tienen algún problema?

Teóricamente, no, aunque es probable que hayan existido casos en los que algunos de ellos hayan tomado varios créditos de libranza sin tener capacidad de pago para responder, lo que en últimas pone en riesgo la plata de los inversionistas. Pero parece que ese no es el problema mayor de las libranzas.

A pesar de que los deudores no son el problema en este caso, la estafa de las libranzas podría llevar a poner en riesgo una de las formas en las que los asalariados consiguen crédito de forma rápida y sin mayores requisitos, pues dejará de ser vista por los inversionistas como una ‘inversión de bajo riesgo’.

 

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