
En Colombia, la ley ha establecido mecanismos para garantizar el bienestar de los adultos mayores, especialmente cuando se encuentran en situación de necesidad.
(Lea también: La plata mensual que muchos hijos en Colombia deben darles a sus padres (y a sus abuelos))
Uno de estos instrumentos es la cuota alimentaria, un derecho legal que obliga a ciertos familiares a proporcionar los medios necesarios para la subsistencia digna de sus padres, abuelos e incluso bisabuelos. Pero, ¿de qué se trata exactamente esta cuota, cómo se determina su valor y qué consecuencias acarrea su incumplimiento?
¿Qué es la cuota alimentaria para adultos mayores?
Es un derecho que tienen los adultos mayores que se encuentran en circunstancias de necesidad y que cumplen con los requisitos legales para solicitar ayuda económica a sus descendientes directos (hijos, nietos o bisnietos), quienes están legalmente obligados a proporcionarla, según el artículo 411 del Código Civil colombiano y la Ley 1850 de 2017.
Esta obligación legal busca asegurar que los adultos mayores tengan garantizado un ingreso mínimo vital que cubra sus necesidades básicas, permitiéndoles vivir de manera digna en la etapa final de sus vidas.

La cuota alimentaria no se limita únicamente a la alimentación, sino que abarca otros aspectos esenciales como el alojamiento, la atención médica, el vestuario y cualquier otro requerimiento que el adulto mayor pueda tener.
Es importante destacar que esta obligación se extiende también a los padres adoptivos y padrastros, así como a los abuelos y bisabuelos, quienes también pueden ser titulares del derecho a recibir esta ayuda económica por parte de sus descendientes, explica El Tiempo.
¿Cómo se fija el valor de la cuota alimentaria?
La ley establece que el monto de la cuota alimentaria para un adulto mayor se fija teniendo en cuenta dos factores principales:
La capacidad económica de los hijos (y demás obligados): se evalúan los ingresos, bienes y recursos económicos de quienes están legalmente obligados a proporcionar la cuota. La ley busca un equilibrio para que la ayuda no represente una carga desproporcionada para el obligado, pero sí sea suficiente para cubrir las necesidades del adulto mayor.
Las necesidades del adulto mayor: se consideran los gastos esenciales del adulto mayor, incluyendo alimentación, vivienda, salud, vestuario, recreación y otros que sean necesarios para garantizar una vida digna.
Según explica el ICBF, la cuota puede llegar a ser el 50 % del salario que gane el ciudadano. Es decir, que para 2025, sería hasta de 711.750 pesos. Teniendo en cuenta que la remuneración es de 1’423.500 pesos.
En caso de no existir un acuerdo mutuo entre el adulto mayor y sus familiares obligados para establecer el valor de la cuota, la ley ofrece una vía para la resolución del conflicto. El adulto mayor puede dirigirse a una comisaría del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Esta institución citará a los padres, hijos o demás obligados a una audiencia de conciliación. Si en esta instancia no se logra un acuerdo, el comisario de familia será quien establezca la cuota alimentaria mensual de acuerdo con la ley y las pruebas presentadas.




Multas por no pagar la cuota alimentaria
La obligación de proporcionar la cuota a los adultos mayores es un mandato legal cuyo incumplimiento tiene graves consecuencias. La Ley 1850 de 2017 es clara al establecer sanciones penales para quienes dejen en abandono y sin atención a un adulto mayor.
Estas sanciones pueden incluir pena de prisión de cuatro (4) a ocho (8) años y una multa de uno (1) a cinco (5) salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV).
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