En el marco de dicho proceso, Uber anunció esta semana que redireccionará sus inversiones a otros mercados de Latinoamérica ante su forzada salida del país.

Así lo dijo el vicepresidente global de Asuntos Públicos de la compañía, Justin Kintz, que explicó que dichos montos beneficiarán ahora sus inversiones en Panamá, Costa Rica, Chile, Perú o Ecuador, en donde pese a las dificultades han “encontrado Gobiernos” con la “iniciativa de dialogar”.

A raíz de la prohibición ordenada por las autoridades colombianas, Uber se vio “forzado a dar marcha atrás y buscar un nuevo destino para estas inversiones”, sin embargo, Kintz no descartó el regreso de la compañía a Colombia, pero hizo una advertencia: que se den las condiciones de “igualdad” para funcionar.

El marco legal que se defina en el futuro, consideró, debe “fortalecer” la competencia y las opciones en el mercado, así como “proteger” a los usuarios ante lo que ha calificado como una “arbitrariedad”.

Fredy Contreras, autoproclamado líder de taxista

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El ejecutivo consideró que ninguna de las plataformas con un modelo de negocio parecido “ha recibido un tratamiento similar”, lo que ha minado el entorno de inversión y “está muy mal” porque Colombia “está listo para expandir ese sector” para crear “nuevas oportunidades de trabajo y generar crecimiento económico”.

Cabe mencionar que el anunciado cierre de operaciones en Colombia de Uber supone un nuevo capítulo de la firma estadounidense de su truncado viaje para instalarse en América, un continente en el que las sanciones, la oposición de los taxistas y la poca adaptabilidad de la legislación son sus principales antagonistas.

La capital mexicana se convirtió en la primera ciudad de Latinoamérica en regular Uber en 2015.

En Perú se creó una categoría diferente conocida como “Taxi por Aplicativo”, que reconoce la existencia de los taxis de calle y de los vehículos privados y sus diferencias.

Mientras que en Brasil se reguló el servicio de transporte privado intermediado por plataformas (TPIP) en 2018 luego de dos años de discusiones.

EFE