
La actual variación fue inferior a las expectativas del mercado (0,58 %) y al nivel observado en el mismo mes de 2024.
Esto resultó en una tasa de inflación anual del 5,09 %, por debajo del 5,28 % del mes anterior, detalló Colpatria en un minucioso análisis.
(Vea también: Colpatria detalló cobro de $ 37.000 para algunos clientes: así funcionará pago clave).
Los incrementos de precios fueron impulsados principalmente por dos rubros: alojamiento y servicios públicos, que representaron el 63 % de la variación, debido a aumentos en los alquileres y costos asociados con el ajuste del salario mínimo, y alimentos, especialmente frutas, hortalizas y legumbres, que contribuyeron con un 0,86 % en este grupo.
Este retroceso en la inflación podría abrir la puerta a una posible reducción de la tasa de interés por parte del Banco de la República, añadió el informe de Colpatria.




Sin embargo, el entorno internacional, marcado por aranceles de Estados Unidos y la volatilidad del dólar, podría generar presiones inflacionarias adicionales en el mediano plazo.
Si esta situación persiste, el Banco Central podría adoptar una postura cautelosa, aunque se prevé que la tasa de referencia se reduzca a 9,25 % en abril y llegue a 8 % hacia finales de 2025, dependiendo de la evolución del contexto global.
Cómo se ajustan las tasas de interés en Colombia
En Colombia, las tasas de interés son ajustadas principalmente por el Banco de la República, que es el encargado de implementar la política monetaria del país.
Las decisiones sobre las tasas de interés se toman con base en diversos factores económicos, con el objetivo principal de mantener la estabilidad de los precios (controlar la inflación) y fomentar un entorno económico propicio para el crecimiento. El aumento o la disminución de las tasas de interés están directamente relacionados con la evolución de la inflación, el crecimiento económico y las condiciones internacionales que afectan la economía local.
Cuando la inflación es alta o está fuera del rango objetivo establecido por el Banco de la República, que generalmente se encuentra alrededor del 3 %, el banco central tiende a aumentar las tasas de interés. El incremento de las tasas tiene un efecto directo sobre el costo del crédito.
Cuando los intereses son más altos, los préstamos, tanto para las empresas como para los consumidores, se vuelven más costosos. Esto reduce la demanda de crédito y, por ende, limita el gasto y la inversión. Al reducirse la actividad económica, la presión sobre los precios disminuye, lo que ayuda a controlar la inflación. Además, el aumento de las tasas de interés puede hacer que los inversionistas busquen activos más rentables en el mercado local, lo que puede generar una apreciación de la moneda y reducir la inflación importada.
Qué decide si las tasas bajan pronto en Colombia
Por el contrario, cuando la inflación está bajo control o la economía está en una fase de desaceleración, el Banco de la República puede optar por reducir las tasas de interés.
Al bajar los intereses, se busca incentivar el consumo y la inversión. Los préstamos más baratos pueden impulsar la demanda en sectores clave de la economía, como la vivienda, el consumo de bienes duraderos y la inversión en infraestructuras por parte de las empresas. Este estímulo es particularmente importante en momentos de crecimiento económico débil o cuando se busca mitigar los efectos de una crisis económica o recesión.
Las reducciones en las tasas de interés también pueden tener un efecto positivo en el tipo de cambio, al hacer que los activos locales sean menos atractivos para los inversionistas internacionales, lo que puede debilitar el valor del peso y mejorar las exportaciones.
El contexto internacional también juega un papel crucial en las decisiones sobre tasas de interés. Factores como las políticas monetarias de grandes economías como Estados Unidos, la inflación global, y las fluctuaciones de los precios de las materias primas afectan las decisiones del Banco de la República.
Por ejemplo, si la Reserva Federal de Estados Unidos sube sus tasas de interés, los flujos de capital tienden a moverse hacia activos en dólares, lo que podría generar una fuga de capitales desde Colombia y presionar al peso. En estos casos, el Banco de la República podría optar por aumentar las tasas para evitar la depreciación de la moneda y controlar la inflación importada.
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