
Los cientos de bogotanos que acuden al centro comercial Parque La Colina han visto considerables cambios en las instalaciones del lugar, pero sin tener certeza de a qué se debe, ya que rompe con la cotidianidad y sobriedad que siempre ha representado a este sitio. No obstante, existe una explicación totalmente artística y que va de la mano con la preservación de la naturaleza.
Y es que el establecimiento no solo se enfoca en entregar descuentos en múltiples marcas, sino que esta vez, junto al Museo de Historia Natural de Nueva York, crearon una alianza en la que pretenden llevar a todos los ciudadanos un poco de conocimiento sobre una especie que es muy tradicional en Colombia, con el fin de entender su reproducción, crecimiento y cuidado.
De acuerdo con la entidad, el centro Comercial Parque la Colina se transformará en un santuario de biodiversidad con el ‘Magiposario’, una exhibición inmersiva que trae por primera vez a Colombia la magia de las mariposas en su hábitat controlado. Para esto, se creó un espacio completamente cerrado (parecido a un domo) en el que las personas que recorren el establecimiento podrán ver cómo viven estos animales y la manera en que se relacionan entre ellas
(Vea también: Cuál es la casa más cara del sur de Bogotá: 4 pisos, dos salas, ping-pong y está en venta)
Allí se encuentran 250 especies de mariposas y la entrada vale 20.000 pesos por persona, mientras que si presenta facturas presenciales por compras de 100.000 pesos, queda en 10.000 pesos el ingreso. Tendrá atención al público desde el 14 de marzo hasta el primero de mayo de 2025, para hacer un llamado a la conciencia ambiental y crear una oportunidad de conectarse con la naturaleza en pleno corazón de la ciudad.
Ver esta publicación en Instagram
¿Qué es un mariposario y para qué sirve?
Un mariposario es un espacio diseñado para la cría y exhibición de mariposas, donde se recrean las condiciones óptimas para su desarrollo. Estos espacios permiten a los visitantes observar de cerca el ciclo de vida de los insectos, desde su etapa de oruga hasta su transformación final. Además, estos espacios suelen incluir una gran variedad de plantas que sirven de alimento para las orugas y de néctar para las mariposas adultas, creando un ecosistema equilibrado y fascinante, tal y como se observa en el que está en Calarcá, el cual tiene una tarifa baja para entrar y conocerlo.
Por otra parte, la infraestructura desempeña un papel importante en la conservación de esos animales, muchas de cuyas especies se encuentran amenazadas por la destrucción de su hábitat natural. Al criarlas en cautiverio, se contribuye a mantener poblaciones saludables y se promueve la educación ambiental, concientizando sobre la importancia de protegerlos. Igualmente, son espacios ideales para la investigación científica, permitiendo estudiar el comportamiento y la biología de las mariposas en un entorno controlado.




¿Qué se necesita para un mariposario?
El primer paso es seleccionar un espacio adecuado, preferiblemente al aire libre, que reciba luz solar directa y esté protegido del viento. Luego, es esencial crear un ambiente que simule el hábitat natural de las mariposas, con una variedad de plantas que les proporcionen alimento y refugio. Esto incluye plantas hospederas, donde las mariposas depositan sus huevos, y plantas nectaríferas, que les ofrecen el néctar que necesitan para alimentarse, según explica la página de la Huerta de Cloe.
Además de las plantas, debe contar con elementos que faciliten el ciclo de vida de los animales. Esto implica proporcionarles lugares donde puedan posarse y tomar el sol, así como fuentes de agua para que se hidraten. También es importante considerar la seguridad del mariposario, asegurándose de que esté protegido de depredadores.
* Pulzo.com se escribe con Z
LO ÚLTIMO