Según Ruiz, en diálogo con Blu Radio, la pandemia del coronavirus agravó el fenómeno de la “pobreza oculta” en Bogotá y ahora no solo se concentra en la localidad de Teusaquillo, sino que se extendió a Usaquén.

La directora de Colombia Comparte, fundación que trabaja con familias, generalmente pudientes y con ingresos altos, que han perdido sus trabajos o negocios, lo que los lleva a dejar su alto estilo de vida, explica esa emisora.

“La vergüenza de decir ‘tuve y ya no tengo’ es absoluta. Las familias llegan a la fundación con su moral por el suelo, a punto de destruirse… En barrios pudientes, qué jartera decir estratos 5 y 6, en la nevera no hay qué comer. Físicamente no hay qué desayunar”, aseguró Carolina Ruiz en el mismo medio.

Tanto así, agregó la directora, que en los últimos meses se han acercado unas 300 familias a la fundación para recibir colaboración.

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Ruiz explicó que la humanidad se ha acostumbrado a tildar de pobre y ayudar al que está sucio, al que vive en estratos bajos y por eso es que estas familias viviendo en estratos altos casi nunca reciben subsidios o son asistidas“Para estas personas, que aparentemente se ven bien, no hay absolutamente nada por ese juzgamiento”, dijo y finalizó:

“Algunos tienen sus casas, las están pagando, pero resulta que hay desempleo. Llegan a un punto en que ya están embargadas, ya las van a perder. En barrios muy pudientes de Bogotá tengo familias que tienen casas lindísimas, pero es a tal punto las deudas, que ya no pueden hacer nada más, pero toca seguir viviendo ahí”.

A continuación, la entrevista de la directora de la fundación Colombia Comparte en Blu Radio: