La definición del Banco Mundial a este respecto, citada por la revista Semana, señala que si un colombiano gana entre 48.966 pesos y 263.666 pesos diarios se le considera de clase media.

Lo interesante de estas cifras sobre salarios de clase media es que, como lo expone Semana, son muy distintas a las que maneja el Dane en este sentido, pues para la entidad colombiana ser de clase media significa ganar entre 653.000 y 3,5 millones de pesos mensuales, muy por debajo de lo que estima el Banco Mundial.

El medio explica que la (abismal) diferencia yace en que los cálculos del Banco Mundial se hacen con base en promedios de todos los países, entre los cuales varios tienen niveles altos, como es el caso de Chile.

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La situación de pobreza en Colombia fue revelada hace unos meses por el Dane, que sostuvo que el país experimentó un aumento en el índice de pobreza del 6,8 %, pasando de 35,7 % a 42,5 %: la peor cifra de los últimos 10 años, como resultado de la pandemia del coronavirus.

“Ese incremento es el más alto del cual se tiene historia en la medición de pobreza monetaria desde 1987”, dijo Juan Daniel Oviedo, director del Dane. “Eso llevó que tuviéramos 21 millones de habitantes en el territorio nacional en situación de pobreza monetaria, un incremento de casi 3,6 millones, y fundamentalmente lo que estamos viendo es cómo Bogotá aporta 1’100.000 personas que ingresan a la situación de pobreza, correspondiente al 31,3 %”.

Hay que evitar otra década perdida en América Latina

La región de Latinoamérica y el Caribe puede evitar otra “década perdida” como la de los años 1980 a pesar del fuerte impacto del covid-19, aseguró el miércoles el presidente del Banco Mundial, David Malpass, y ofreció algunas pistas.

“Otra década perdida es evitable, especialmente dadas las capacidades energéticas, el turismo y la biodiversidad de la región. Algunas de las mayores ganancias en prosperidad se han producido como consecuencia de crisis”, dijo.

Malpass no esquivó los “graves problemas” de la región al participar en un foro de las Asociaciones Andino Estadounidenses, que reúne a las primeras cámaras de comercio de Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela en Estados Unidos.

Señaló que el Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica y el Caribe se contrajo 6,5 % en 2020, la reducción económica regional “más aguda” desde que se tienen datos confiables a partir de 1901. Los peores desempeños fueron en Perú (-11 %), Argentina (-10 %) y Bolivia (-9 %). En la región, los niveles de deuda con relación al PIB han aumentado en unos 10 puntos porcentuales en 2020 (a 72 % de 62 % en 2019).

“El impacto social ha sido devastador”, subrayó Malpass. Unos 24 millones de personas perdieron su trabajo y unos 28 millones cayeron en la pobreza, según estimaciones del BM.

La inequidad se profundizó debido a la informalidad. El acceso limitado a las vacunas anticovid complica aún más el panorama. Además, la desigualdad amplificó las tensiones sociales subyacentes, sobre todo en Chile, Ecuador, Perú y Colombia.

Como en los años 1980, cuando la región se vio obligada a apretarse el cinturón para cumplir con los pagos de la deuda generada con organismos internacionales, la carga de la deuda es igualmente pesada y difícil de reestructurar.

Pero “es un tipo de deuda diferente que requiere un tratamiento diferente”, advirtió Malpass.

Ahora, explicó, la deuda soberana incluye eurobonos, deuda bancaria interna, y deuda con instituciones chinas. Cada una suele tener altas tasas de interés y es posible que la negociación para nuevas fechas de vencimiento no se trate en el Club de París.