
El mencionado análisis de Fedelonjas revela que en los últimos 12 meses los arriendos en el país aumentaron, en promedio, un 8,07 %. Esto es más bajo que lo contemplado por la ley, que se halla en el 9,28 % (equivalente a la inflación anual).
Es decir, en el país ha subido ese valor, pero el incremento no es ni siquiera el que debería ser por cuenta de lo contemplado en la legislación nacional.
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Las cifras, citadas por El Tiempo, cobran relevancia luego de una controversial frase del presidente Gustavo Petro, quien sin prueba alguna habló de “especulación” en el sector inmobiliario del país.
“En el Gobierno evitamos el incremento en los alimentos, pero los arrendadores están cobrando más por el arriendo, especulando con la propiedad”, lanzó el mandatario.




Desde Fedelonjas mostraron cifras que refutan los señalamientos de Petro e incluso explicaron por qué un incremento superior al establecido por la ley es físicamente imposible.
“Esto indica que el mercado inmobiliario se autorregula, ya que incluso si un arrendador quisiese incrementar al tope de la ley va a tener dificultades porque las familias no están dispuestas a pagar más allá de su capacidad adquisitiva y porque las ofertas se están haciendo un 40 % por debajo del tope”, dijo a ese diario Mario Andrés Ramírez, presidente de Fedelonjas.
Así las cosas, estas cifras muestran cómo las personas que viven en arriendo en el país gozan del beneficio de pagar, en promedio, menos de lo que se debería por ley en el territorio nacional. De igual forma, se verían beneficiadas en el futuro debido a incrementos que no superarían lo contemplado por la inflación.
Arriendos en Colombia y por qué es bueno que no se disparen de precio
Es beneficioso que los arriendos no se disparen de precio en Colombia por varias razones. Primero, la estabilidad en los precios de los arriendos contribuye a la seguridad económica de las familias, permitiéndoles planificar y gestionar sus finanzas sin sobresaltos. Esto es especialmente importante en un país donde gran parte de la población no tiene acceso a vivienda propia y depende del mercado de alquileres.
Segundo, precios de arriendo estables promueven la equidad social, evitando que los sectores de menores ingresos sean desplazados de sus vecindarios debido a incrementos abruptos en los costos de vida. Esto ayuda a mantener la cohesión social y a prevenir la formación de guetos urbanos y la segregación socioeconómica.
Además, precios moderados en los arriendos fomentan la movilidad laboral, permitiendo a las personas mudarse más fácilmente en busca de mejores oportunidades de empleo sin preocuparse por costos de vivienda prohibitivos. Esto es crucial para la dinámica del mercado laboral y el crecimiento económico del país.
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