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Si bien en Antioquia las ventas de vivienda nueva cayeron en mayo un 33 %, al compararse con el resto del país sus cifras salen relativamente bien libradas, pues en el promedio del territorio nacional el decrecimiento marcó un 62,6 %.
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Si bien en Antioquia las ventas de vivienda nueva cayeron en mayo un 33%, al compararse con el resto del país sus cifras salen relativamente bien libradas, pues en el promedio del territorio nacional el decrecimiento marcó un 62,6%.
El contraste se hace mucho más evidente en el mercado de Vivienda de Interés Social (VIS), toda vez que mientras en el país las iniciaciones de ese tipo de unidades bajaron un 27,3 % en los cinco primeros meses, en territorio antioqueño se presentó un aumento del 5 %, en comparación con el mismo período de 2022.
Y también se debe tener en las cuentas que el volumen comercializado en el departamento para mayo, de acuerdo con registros de Camacol Antioquia, asciende a $ 6,9 billones, lo que representa un 50 % más en comparación con el Valle del Cauca y un 90 % superior al registrado en el Atlántico.
De acuerdo con el gremio, el decrecimiento de las ventas totales de vivienda en el Valle de Aburrá y Antioquia es el resultado de circunstancias que han sido amortiguadas por las particulares características del mercado inmobiliario y de la construcción en el departamento.
Sin embargo, insistió, al hacer la comparación con el mercado en el resto del país, que la caída no ha sido tan marcada en el departamento, ya que en Colombia se origina por los inconvenientes en la disponibilidad, asignación y pago de subsidios de ‘Mi casa ya’, debido a que cerca del 71 % del mercado es vivienda VIS, y buena parte de este segmento, depende de la ayuda estatal para el cierre financiero.
“En el caso de Antioquia, la mayoría del mercado de edificaciones y ventas de unidades habitacionales nuevas son de clase media y solo 3.000 de 14.000 viviendas VIS que se vendieron en el último año en el departamento lo hacen con este subsidio del Gobierno Nacional, esto quiere decir que somos un mercado menos “subsidio estado dependiente”, dice Eduardo Loaiza, gerente de Camacol Antioquia.
El líder gremial agrega que el departamento cuenta con una demanda de vivienda diferente y “que nos beneficia frente a lo que sucede en otras regiones del país, y se deriva del alto flujo de turistas de descanso recreativo y de negocios que viene a la ciudad región, así como el alto número de estudiantes oriundos de otras regiones que viven y estudian en Medellín, a lo que se suman los nómadas digitales, todos ellos con buena capacidad de compra”.
Loaiza indicó que hoy hay más demanda de viviendas en arriendo que oferta o disponibilidad de unidades habitacionales nuevas o usadas para arrendar. Eso ha hecho que suban considerablemente los precios de los cánones de alquiler, lo que ha estimulado y hace atractivo invertir en vivienda nueva con las facilidades y plazos que tiene comprar sobre planos.
“El contar con el apoyo económico de la Gobernación de Antioquia con su subsidio para las familias que compran vivienda hasta tope VIS, y que reciben en menos de un año, ha evitado mayores desistimientos, o tener que vender de nuevo los inmuebles; eso se complementa con el esfuerzo que han hecho constructores y entidades financieras de dar facilidades especiales a los hogares en estas circunstancias”, dice el líder gremial.
Por su parte, Diana Baena, experta y consultora en construcción habitacional, señala que la razón por la cual en Antioquia no se ha sentido con mayor fuerza la caída en las ventas de vivienda se debe a que el Valle de Aburrá y el departamento no dependen tanto del subsidio de Mi Casa Ya, tomando como referencia que el mayor decrecimiento se ha registrado en el segmento VIS.
“El comprador de vivienda VIS es atípico, ya que hace el negocio más como inversión, además el perfil de la persona que adquiere una de estas unidades es de un trabajador que tiene ingresos de más de dos salarios mínimos”, explicó la analista.
La gentrificación y la compra de vivienda nueva por parte de extranjeros también aportaron su grano de arena para que la caída en la demanda de unidades habitacionales en estas montañas sea casi la mitad de la registrada en el país.
“En los últimos meses han llegado al Área Metropolitana muchos ciudadanos extranjeros que, ante los precios competitivos que ofrecen los proyectos de vivienda, no lo piensan para realizar el negocio y comprar el inmueble debido a que traen dólares”, dice el analista de mercados, Sebastián Toro.
El consultor señala que muchas personas que vienen de otros países, como los mencionados nómadas digitales, se están asentando más que todo en el Valle de Aburrá, lo que contribuye a la demanda de vivienda y al final suma para contrarrestar el decrecimiento en las ventas.
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Otros datos de Camacol Antioquia indican que en el departamento y el área metropolitana el inicio de obra de vivienda en los primeros cinco meses del año muestra una contracción del 7 %, principalmente por la construcción de unidades No VIS, que disminuye el 19 %.
Así mismo, el gremio reportó que las ventas de vivienda desistidas se ubican en el orden del 10 % de lo comercializado el año anterior, lo que si bien atrasa el inicio de proyectos, ha sido una situación manejable por los constructores y entidades financieras.
Por su parte, Jacques Simhon, socio de la firma CMS Rodríguez-Azuero, señala que la caída en las ventas de vivienda nueva en el país es la consecuencia de la alta inflación y el incremento de las tasas de interés, que ha generado que los desembolsos destinados a la adquisición y las operaciones de leasing hayan tenido una caída representativa.
“El decrecimiento en la comercialización de unidades habitacionales en el último año también se debe a que el incremento de los costos directos e indirectos de construcción está en cerca de 14,18 %; esto ha generado presiones sobre la oferta e incrementado a su vez los precios de los inmuebles”, dice.
Además, el experto anota que se redujo sustancialmente el presupuesto destinado a ‘Mi casa ya’ por los cambios en su categorización, pasando de una cobertura de 60.000 subsidios en 2022 a cerca de 41.000 para 2023.
En este sentido, cabe recordar que en el proyecto de ley de adición presupuestal el Congreso le dio el visto bueno a destinar $1,5 billones más para el Ministerio de Vivienda, hecho que fue celebrado por la titular de esa cartera, Catalina Velasco.
“Tenemos $ 1 billón adicional para el programa de Mi Casa Ya, esto nos permitirá hacer 75.000 desembolsos en este año 2023. Resolvemos el problema presupuestal que heredamos, podemos garantizar subsidios para todas las viviendas que ya están construidas y esas familias que ya tenían su crédito, su ahorro y su negocio inmobiliario van a tener su subsidio de vivienda”, dijo.
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