El primer set fue absolutamente físico, jugado al límite tanto por la asiática como por su rival europea, y terminó con Osaka resolviendo el desempate gracias a su juventud.

La segunda manga fue totalmente emocional. Osaka tuvo tres puntos para partido, con un 5-3 a favor, pero se desmoronó luego de una bola al límite que el ojo de halcón definió a favor de Kvitova. La checa, más entera, lo dio vuelta y terminó forzando un tercer set con un 7-5 a su favor.

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Osaka recuperó su tranquilidad y su pulso en el set, donde cometió menos errores y logró imponerse por 6-4 para alzar su segundo título de grand slam.

Con este título, además, Osaka se convirtió en la primera tenista de Japón en llegar al número 1 del escalafón mundial.