Autodenominado el ‘Toxirelator’, Eduardo Luis se ha hecho un lugar en el fútbol colombiano y los medios de comunicación. A veces un poco desfasado, irreverente y con afán de ganar polémica, el narrador no le presta atención a las miles de críticas que le llegan en Twitter y, por el contrario, en las calles recibe cariño de los hinchas, que son al final el público que lo evalúa.

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Sin embargo, Eduardo Luis en su carrera tuvo un momento oscuro que por poco lo saca de escena de los medios de comunicación. Ocurrió en 2017 en una transmisión de un partido de Atlético Nacional, cuando en una conversación privada con Ricardo Henao se le salió un madrazo contra el equipo ‘verdolaga’.

“No fue la gente al estadio. Están muy agrandados los de Nacional, no les sirve sino la Copa Libertadores. Necesitamos que pierdan hasta el c…”, dijo en aquel momento el narrador en una transmisión de un Facebook Live.

Cómo superó Eduardo Luis el madrazo a Nacional en plena transmisión

Cinco años después, Eduardo Luis recordó en Noticias RCN aquel momento y se refirió a cómo le afectó esa situación en su vida personal: “Me rompieron el Twitter, la vida, fue muy difícil. Me afectó a mis hijas, me decían que no querían ir al colegio, mi niña tenía 12 años y le daba miedo. Yo no soy así, soy un personaje polémico por estilo, pero yo amo al fútbol colombiano y lo protejo”.

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Además, recordó detalles puntuales de ese episodio, que le terminó condicionando su carrera, pero que pudo superar: “Fue un comentario en una conversación privada y estaba descontextualizada, ponchan el estadio vacío y sale ese comentario que fue vago. Yo tuve la mala fortuna de que trabajo en los medios y ocurrió ese error técnico, ni siquiera pregunté quién fue”.

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Finalmente, el también empresario de un restaurante contó cómo es ahora su relación con los hinchas del cuadro ‘verdolaga’ y la enseñanza que le dejó esta experiencia: “Les he ofrecido excusas y me siento agradecido con ellos, porque hoy en día voy al Atanasio y la gente conmigo es muy querida. Cuando me pasa eso yo tenía todo, mi vida iba solo para arriba y todo cambió en un segundo. Por eso hay que disfrutar las cosas y no creer que todo es eterno”.