El abogado contratado por Froome, el británico Mike Morgan, el mismo que defendió al español Alberto Contador en su caso de clembuterol, ha reunido a un grupo de científicos para dar crédito a esta tesis, indicó el diario francés ‘L’Équipe’.

El argumento indica que el salbutamol, principio médico del Ventolín que inhalan los asmáticos, es metabolizado por el organismo y pasa al hígado. Tras ese proceso, son los riñones los encargados de evacuarlo a través de la orina.

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Según la línea de defensa de Froome, el ganador de la pasada Vuelta sufrió una disfunción renal que provocó que el salbutamol se acumulara durante varios días, hasta que fue expulsado el día del control tras la etapa 18, lo que explicaría su elevada concentración, 2.000 nanogramos por mililitro, el doble de lo autorizado por la Agencia Mundial Antidopaje, AMA.

‘L’Équipe’ añadió que los servicios jurídicos de la Unión Ciclista Internacional, UCI, contrataron a un especialista renal para contrarrestar esta hipótesis de la defensa.

Con información de EFE