La participación de Colombia en los torneos internacionales ha dejado mucho que desear. Desde los títulos conseguidos por Atlético Nacional e Independiente Santa Fe en Copa Libertadores y Copa Sudamérica, respectivamente, el rendimiento ha bajado notablemente.
En una entrevista con Pulzo, Steven Arce expresó su preocupación por estos últimos resultados. El periodista deportivo cree que hay un factor clave que se ha hecho mal; además, explicó cómo hoy Colombia está parado frente a las otras ligas de Sudamérica según los números.
Lo anterior lo podrá ver en el siguiente video de Pulzo:




Equipos colombianos en Copa Libertadores
Steven Arce compartió su inquietud, señalando que los resultados y la calidad del juego no han sido destacables: “Me preocupa que durante cinco temporadas estemos en un nivel tan bajo de competitividad y rendimiento”.
“Esto se ha ido acumulando. Hoy por hoy solo estamos por encima de los bolivianos”, dijo Arce.
No obstante, él reconoció que hace algunos años la situación era más aceptable: “Si bien no éramos Brasil y Argentina, competíamos con Uruguay y Paraguay”.
Dentro de las razones que él mencionó se resaltan las contrataciones de los clubes: “Hemos invertido, pero no lo hemos hecho bien. Por ejemplo, Junior trajo a Matías Fernández, quien fue un fiasco, luego trajo al ‘Loco’ Álvez, quien fue un fiasco; después, Álvez llegó a Nacional y no fue lo que se esperaba. Trajeron al ‘Mudo’ Rodríguez y no pasó nada. El único que ha sacado la cara es Miguel Ángel Borja”.
Igualmente, Arce consideró que esto también es algo que sucede con los entrenadores: “Nacional, por ejemplo, contrató a un entrenador campeón de Libertadores (Paulo Autuori), pero es un técnico que no tenía nada que ver con la ambición del equipo”.
Adicionalmente, el periodista deportivo no olvidó mencionar la mentalidad: “Estamos en medio de un conformismo grande que nos lleva a la mediocridad”.
Finalmente, Steven Arce piensa que la liga de Colombia debe tener varios ajustes: “El fútbol colombiano tiene que sincerarse y decir: ‘No soy tan bueno como digo ser, tampoco soy lo peor’. Necesito muchas reformas”.
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