En alusión a uno de sus patrocinadores (la cadena estadounidense de comidas rápidas McDonalds), el equipo de Rancagua lució los números de sus jugadores montados en color amarillo —el tono de las papas fritas— con vivos rojos —por la salsa de tomate— sobre el tono rosado de la camiseta.

La idea tuvo dos grandes problemas:

El primero, los números eran imposibles de leer. Cuenta el diario argentino Olé que los ‘celestes’ incumplieron el apartado 36 del reglamento del balompié austral, según el cual “las camisetas deberán estar estampadas en la parte trasera con un número de 25 centímetros de altura, en un color que contraste visiblemente con el del uniforme y ser legible“, por lo cual el Tribunal de Disciplina podría imponerles una multa de hasta 550.000 pesos chilenos (aproximadamente 2’6 millones de pesos colombianos ).

Numeración sin contraste en la TV chilena
Así se veía la numeración de O’Higgins en la televisión chilena. / CDF

El segundo, que el hecho no pasó desapercibido en redes sociales, por lo que los hinchas rivales no tardaron en ‘cargar’ a los diseñadores de la camiseta y a los jugadores de O’Higgins.

Incluso Burger King, el clásico rival de McDonalds, aprovechó la mufa para publicitar sus hamburguesas.

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En el partido, Huachipato se quedó con los primeros tres puntos del torneo, al dar vuelta el partido y vencer 2-1 a O’Higgins.

El duelo estuvo parejo, con posibilidades de ganar para ambos, pero los dueños de casa aprovecharon mejor sus oportunidades y abrocharon el primer triunfo de cara a los próximos encuentros.

Fue la visita la que consiguió abrir el marcador vía José Luis Muñoz (m.62), pero la reacción del local llegó gracias a los respectivos goles de Cris Martínez (m.76) y el venezolano Anthony Blondell (m.76).