La retirada había sido anunciada hace una semana por el alcalde de Budapest, Istvan Tarlos, tras reunirse con el primer ministro conservador Viktor Orban, quien apoyaba la candidatura.

El Gobierno argumentó que no había ni unidad ni consenso nacional respecto al proyecto, y acusó de ello a la oposición.

La candidatura húngara recibió un golpe a la postre fatal cuando a mediados de enero un movimiento de jóvenes contrarios a organizar los Juegos, llamado Momentum, organizó una recogida de firmas para obligar a las autoridades a consultar a la población si deseaba o no albergar el evento.

En apenas un mes, los organizadores lograron más de 266.000 firmas a favor de una consulta.

Momentum afirma que la celebración de los Juegos Olímpicos causaría pérdidas económicas y que hay otras prioridades en materia de educación y sanidad.

Varias formaciones de izquierda han pedido al Gobierno que explique en qué se han gastado los 113 millones de euros que se han destinado hasta ahora al proyecto olímpico

El abandono de Budapest deja solos a París y a Los Ángeles, a menos de siete meses para conocer el país que albergar la cita olímpica.

Con información de EFE y AFP.