Kerber rompió 4 veces el servicio de Serena, considerado como uno de los mejores del mundo, y sentenció su victoria, con rapidez, para convertirse en la primera jugadora alemana en ganar este torneo desde Steffi Graf en 1996.

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Serena aspiraba a convertirse en la cuarta madre en ganar un título de Grand Slam desde que comenzó la Era Open, y la primera en hacerlo en Wimbledon, desde la australiana Evonne Goolagong, hace 38 años.

La menor de las Williams de 36 años, que dio a luz hace 10 meses  a su primera hija Olympia, encajó la derrota, pero cruzó la red tras fallar el último punto para abrazar a Kerber, que antes había caído al suelo tapándose los ojos, y que luego corrió al palco para abrazarse a su entrenador y familiares.

Con este título, el segundo este año, el duodécimo de su carrera, y el tercero en un ‘major’ después del Abierto de Australia y de Estados Unidos, ambos en 2016, Kerber aparecerá cuarta del mundo, este lunes.

Con información de EFE