Escrito por:  Redacción Carros
Nov 22, 2024 - 9:41 am

No obstante, solo se trata de un mito que ha circulado durante años, alimentado por historias de compañeros de trabajo y anécdotas de saboteos en estacionamientos.

Lo cierto es que el azúcar, no se disuelve en gasolina. Aunque puede acumularse en el fondo del tanque, no se mezcla con el combustible ni se integra al flujo del motor.

Y es que para entender cómo funciona la gasolina en un automóvil moderno hay que saber que el combustible llega al motor a través de una bomba que envía gasolina a los inyectores. En este proceso, los inyectores pulverizan la gasolina en pequeñas gotas para asegurar una combustión eficiente.

El azúcar en la gasolina, entonces, puede bloquear los filtros de combustible, pero no causa un daño inmediato al motor. Eso no quiere decir que el rendimiento del vehículo no se vea afectado; sin embargo, tiene solución, explicó la revista Motor.

Basta con hacer una limpieza profunda y completa al sistema de combustible. Lo ideal, en estos casos, es dejarlo en manos de especialistas en el tema y no hacerlo por cuenta propia.

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Qué pasa si hay agua en el motor de un carro

Este sí es un problema serio, aunque sus efectos dependen de la cantidad y la forma en que este líquido ingresa al sistemaLo más preocupante cuando el agua ingresa directamente a los cilindros del motor y caus un fenómeno conocido como ‘hydrolock’ o bloqueo hidráulico. Este es un mal muy serio para cualquier motor, ya que el agua no es compresible, a diferencia del aire o el combustible. Esto trae riesgos, como:

  • Daño a los componentes del motor: si el agua entra en los cilindros y el motor se intenta poner en marcha, el pistón puede sufrir daños graves debido a la presión. Esto puede llevar a la rotura de piezas vitales, como las bielas, el cigüeñal o las válvulas. Reparar estos daños puede ser extremadamente costoso y, en casos extremos, podría requerir el reemplazo completo del motor.
  • Corrosión interna: cuando el agua se mezcla con el aceite del motor o entra en contacto con las partes metálicas, puede empezar a corroerlas, afectando componentes cruciales como los pistones, los cojinetes y las bielas. Este tipo de daño se acumula con el tiempo, por lo que puede pasar desapercibido hasta que el motor ya presenta fallas graves.
  • Problemas de arranque: la presencia de agua en el sistema de combustible o en el aceite puede interferir con el funcionamiento del motor, dificultando el arranque o causando fallos intermitentes. Si el agua se mezcla con el aceite, puede hacer que este pierda sus propiedades lubricantes, lo que aumenta el riesgo de desgaste excesivo de las piezas internas.

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