En la actualidad, en ese país existen unos 110.000 cargadores, concentrados en estados como California, pero se necesitan entre 5 y 10 veces más de esa cantidad para que las ventas de vehículos eléctricos terminen de despegar, informa The New York Times.
El diario neoyorquino explica que la construcción de más estaciones de recarga públicas requiere una inversión de “decenas de miles de millones de dólares”, es decir, por lo menos más de 20.000 millones de dólares, que excede de lejos el estimado inicial de inversión de 7.500 millones de dólares.
Expertos consultados por el ‘Times’ dicen que se formó un círculo vicioso que consiste en que las ventas de vehículos eléctricos están frenadas debido a la escasez de estaciones de recarga, pues eso les permitiría a los conductores hacer viajes más largos por todo el país, una costumbre estadounidense que por ahora solo se puede hacer en carros con motores de combustión interna.




Estados Unidos está un tanto atrasado en la adopción de la movilidad eléctrica en relación con la Unión Europea, que tiene más de 200.000 estaciones de recarga en su territorio, o de China, que contaba a finales del 2020 con unas 800.000 estaciones de carga.
Por ahora, varios emprendimientos le apuestan al negocio de las estaciones de recarga, mientras que otras proponen servicios de recambio de baterías donde quiera que se encuentre el vehículo, para ahorrar los cerca de 40 minutos que demora la recarga de la batería, mediante cargadores de carga rápida.
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