El misterioso pueblo de Colombia que "no existe", pero tiene casi 50.000 habitantes

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Tiempo de lectura: 5 min
Escrito por:  Christian Suárez
Actualizado: 2025-09-17 07:42:45

Adicionalmente, allí se consiguen pequeños peces de oro, una curiosidad que es muy llamativa para los turistas. El municipio es Patrimonio de la Humanidad.

Mompox (Bolívar), un enigmático municipio de casi 50.000 habitantes en el departamento de Bolívar, según datos del Dane, es un lugar que, según una famosa frase atribuida a Simón Bolívar, “no existe”. Sin embargo, su historia y su papel en la independencia de Colombia desmienten rotundamente esa afirmación. Mucho antes de la declaración de independencia de la Nueva Granada, la población se erigió como un bastión de la libertad, siendo el primer territorio en proclamar su autonomía de la corona española el 6 de agosto de 1810. Este acto audaz no solo marcó el inicio de su propia historia, sino que también cimentó su estatus como un lugar de profundo significado histórico.

La importancia del municipio, que tiene su bandera igual que la de Suiza, en la gesta libertadora no pasó desapercibida para Bolívar, ya que se convirtió en uno de sus fortines estratégicos, un lugar clave para la organización de sus tropas y la planificación de las batallas. En honor a esta estrecha relación, un monumento en la ciudad detalla las numerosas ocasiones en las que el ‘Libertador’ visitó el pueblo, un testimonio silencioso de su relevancia en la campaña independentista.

A pesar de su trascendental pasado, la relación entre Simón Bolívar y Santa Cruz de Mompox no perduró. Según las historias transmitidas de generación en generación, el ‘Libertador’, consumido por el tiempo y la distancia, olvidó la existencia del municipio. Este hecho se materializó en una anécdota inmortalizada por Gabriel García Márquez en su libro El General en su laberinto, donde Bolívar, al pasar por las aguas cercanas a Mompox, afirmó: “Mompox no existe. A veces soñamos con ella, pero no existe“. Esta frase, que inicialmente parece un rechazo, se ha convertido en un emblema de la misteriosa y atemporal naturaleza de este pueblo.

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Mompox es parte de la lista de Pueblos Patrimonio de Colombia y ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad. Además, sus habitantes son grandes orfebres ya que elaboran pequeños peces de oro, con el metal que encuentran a orillas del río.

¿Cómo llegar a Mompox desde Bogotá?

La manera más rápida y eficiente de llegar a Mompox desde Bogotá es a través de la vía aérea, combinando un vuelo con un corto trayecto terrestre. La opción más común es tomar un vuelo directo desde el aeropuerto El Dorado hacia el aeropuerto de Corozal (Sucre). Varias aerolíneas operan esta ruta con regularidad. Una vez en Corozal, el viaje continúa por carretera. Desde allí, es necesario tomar un taxi o un bus que, en aproximadamente dos horas y media, lo llevará directamente al puerto de La Bodega. Finalmente, un corto viaje en ferri o lancha a través del río Magdalena lo dejará en Mompox, inmerso en su ambiente colonial y tranquilo.

La ruta terrestre ofrece una oportunidad de conocer de cerca la diversidad del paisaje colombiano. El recorrido en bus desde Bogotá a Mompox es largo, con una duración que puede superar las 15 horas, por lo que se recomienda planificar paradas estratégicas. Las empresas de buses intermunicipales ofrecen servicios directos o con escalas en ciudades como Barrancabermeja o El Banco. Esta última es una opción interesante, ya que desde allí se puede cruzar el río Magdalena en un planchón, una experiencia auténtica y memorable.

¿Qué se puede hacer en Mompox?

Sus calles y plazas adoquinadas, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son el escenario de una arquitectura colonial que evoca la época de la Conquista. Recorrer la calle de la Albarrada, la calle del Medio o la calle Real del Medio es un viaje sensorial donde se aprecian balcones de hierro forjado y casonas de fachadas encaladas. No se puede dejar de visitar sus siete iglesias, cada una con su propio encanto, destacando la imponente iglesia de Santa Bárbara con su campanario barroco y la iglesia de la Inmaculada Concepción, una de las más antiguas.

Pero este pueblo de Bolívar no solo es arquitectura, es también la cuna de tradiciones que aún palpitan con fuerza. La elaboración de la filigrana momposina, un arte ancestral que convierte el oro y la plata en delicadas joyas, es una visita obligada. Los artesanos abren las puertas de sus talleres para mostrar el proceso minucioso detrás de cada pieza. Además, la cultura religiosa es central en la vida de la ciudad, especialmente durante la Semana Santa, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial, donde las procesiones de las siete iglesias recrean la pasión de Cristo en un ambiente de profunda devoción.

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