El ave, marcada con un anillo azul en una pata, participaba en una competencia de vuelo en Alabama, Estados Unidos, pero se desvió de su curso y se posó en un barco que iba hacia Australia, a donde la paloma volvió a volar al techo de una casa en Melbourne, recoge The Washington Post.

La distancia de la travesía de esta ave fue de unos 15.000 kilómetros, pero el animal se encontró con la negativa de las autoridades australianas a personarle la vida, por considerar que podría convertirse en un foco de contagio del coronavirus.

Kevin Chelli Bird, un ciudadano de la ciudad australiana a donde llegó la paloma, la descubrió en techo de su casa el pasado 25 de diciembre; el hombre le dio galletas y al día siguiente notó que el pájaro había regresado, y fue en ese momento en que notó que tenía la etiqueta en la pata.

Una vez supo que la procedencia de la paloma era EE. UU., el hombre la nombró ‘Joe’, en homenaje al presidente electo Joe Biden.

El Departamento de Agricultura de Australia emitió un comunicado al respecto en el que decía: “El animal no fue preparado legalmente para la importación; desconocemos el estado sanitario del ave y todos aquellos con los que ha estado en contacto desde su partida y antes de su llegada”.

Por tal razón, la paloma enfrentaría una ‘pena de muerte’, si se deja atrapar, pues aún se encuentra en libertad.

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Estas palomas, que están entrenadas, pueden llegar a costar mucho dinero, como una mensajera que se vendió en noviembre del año pasado por el equivalente a 7.000 millones de pesos.

Durante esta pandemia, las autoridades sanitarias de Australia exigen que mascotas como perros y gatos que ingresen al país deben mantenerse en aislamiento durante 10 días, señala el ‘Post’.

Este es el video con la narración del vecino de Melbourne:

Manejo de la pandemia en Australia

Este país de 25 millones de habitantes ha sido uno de los que mejor ha manejado la pandemia, y eso se explica en las medidas estrictas, como las aplicadas en el caso de la paloma.

En la actualidad, ese país de Oceanía presenta 28.658 casos de COVID-19 desde que comenzó la pandemia, que ha dejado 909 muertos en esa nación, según cifras recopiladas por la Universidad John Hopkins.