Caldas está de primero entre los departamentos en donde se concentraron el mayor número de casos de suicidio para el 2019. Le siguen Huila, Putumayo, Vaupés, Norte de Santander y Santander.

En total se registraron 2.909 muertes por suicidio, y de acuerdo a los estudios del Ministerio de Salud, las causas se relacionan con aspectos estructurales como la situación económica, el desempleo, fenómenos de aculturación y pérdida de los territorios y prácticas ancestrales, así como presencia de conflictos familiares, conflictos de pareja, enfermedad física o trastorno mental.

El ministro de Salud y Protección Social, Fernando Ruiz Gómez, en el foro ‘Los desafíos de la salud mental’ señaló que este tema es estructural en la sociedad y un tema crítico que se debe abordar. “Cada año se pierden más de 12 mil millones de días hábiles debido a enfermedades mentales, lo que le cuesta a la economía global alrededor de USD $ 16 billones, más que el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias. En cuanto a Colombia, las encuestas y estudios señalan que la depresión es la segunda causa de carga de enfermedad; la primera causa es la enfermedad cardiovascular”, precisa.

(Vea también: En el Quindío habrá una sede exclusiva para atender la salud mental infantil)

Además del diagnóstico médico, que por sí solo indica un problema, se le suma el estigma y rechazo social. Ruiz señala que frases como “usted es como bipolar”, “ese parece loco” o “parece de cristal” se escuchan con regularidad en las conversaciones entre personas; sin embargo, pueden afectar a quienes en realidad sí están diagnosticados con algún tipo de trastorno o afectación en su salud mental.

Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles del Ministerio de Salud, indicó que “la pandemia nos ha mostrado, con mayor relevancia, la importancia de proteger nuestra salud mental y ha puesto el tema sobre la mesa, por eso debemos, entre todos, procurar por generar entornos que también la protejan, así como nos cuidamos de otras enfermedades que nos puedan afectar”. Añade: “los trastornos mentales son condiciones que caracterizan a algunas personas, pero no las definen”.

Trastorno de ansiedad generalizada, es el diagnóstico de Andrés Velasquez.

Le cuenta su historia a LA PATRIA. Todo empezó en julio de 2016. Estaba en la calle con quien en ese entonces era mi pareja y de la nada ella me dijo que me había colocado súper pálido y se asustó mucho, yo me comencé a reír y me pareció rara su reacción cuando de un momento a otro me empezó una taquicardia fuerte, las manos se me congelaron y sentía un dolor en el pecho, creímos que me estaba dando un infarto, fuimos al hospital general con ella y cuando entré a triaje dijeron que no era una urgencia pero era evidente que algo me estaba pasando.

Desde entonces recorrí muchos médicos y hospitales; cardiólogos e internistas. Me hicieron pruebas de esfuerzo, holters de presión arterial, porque cada que sentía dolor en el pecho me iba rápidamente a urgencias. También me inscribí en un gimnasio de rehabilitación cardíaca, y todo salía bien. Hasta que un día un internista me dijo que con el resultado de todos esosmexámenes, no tenía nada en el corazón, y que de acuerdo con antecedentes familiares, mi edad y mi estado físico las

probabilidades de que me diera un infarto eran menores del 5 %, que con mucho respeto me recomendaba ir donde un psiquiatra, porque podía ser algo mental y que no lo fuera tomar a mal pero que así como el cuerpo se enfermaba la mente también. Fue entonces cuando decidí ir donde un psiquiatra particular me dijo que lo que tenía era curable y que se llamaba “trastorno de ansiedad generalizada”. Me recetó clonazepam y sertralina, esto acompañado de ejercicio y terapia psicológica.

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Me explicó que el dolor en el pecho se llamaba osteocondritis debido a una constante tensión física producida por estrés. Una vez diagnosticado fue donde comenzó el estigma social, ya que mis padres de una vez me dijeron que yo no tenía que haber ido para allá, que yo no estaba loco y que no fuera a intentar tomarme esas pastillas que esas si me iban a enloquecer y a crear una dependencia. Mis tías me regañaron diciéndome que lo que quería era hacerle perder plata a mi papá inventándome enfermedades, ‘que uno para salirse de la universidad no montaba tanto teatro’. La única persona que fue incondicional en todo el proceso fue mi pareja que me acompañaba a todas las citas y sin importar la hora de la madrugada que fuera me acompañaba a urgencias cada que me dolía el pecho y creía que era un infarto.

Debido a la intensidad de los síntomas no podía estar solo, pero tampoco podía estar con mucha gente porque me sentía ahogado. Mis hermanos me alejaron, y mis amigos al ver que ya no salía ni compartía con ellos también se alejaron, hasta que poco a poco pude ir aprendiendo a manejar los ataques y llevar una vida normal.

Desde lo psicológico

Marcela Paz es especialista en Psicología Clínica de la Universidad Católica de Colombia. Explica que en muchas ocasiones, como en el caso de Andrés, las personas no son conscientes de que padecen una enfermedad mental, entonces la realidad se puede ver distorsionada y es más complejo que el diagnóstico les afecte de forma directa en la cotidianidad. “Las personas funcionales cuando se encuentran con esa realidad, de la población que los estigmatiza, en muchas ocasiones entran en crisis por el rechazo. Se pueden desencadenar crisis emocionales, y en muchas ocasiones viene con intentos de suicidio”, agrega.

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Panorama en cifras

– El 44,7 % de los niños tienen indicios de algún problema mental y el 2,3 % tiene Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

– En la adolescencia los trastornos más frecuentes son la ansiedad, fobia social y depresión; la ideación suicida se presenta en el 6,6 % de esta población (7,4 %en mujeres y 5,7 % en hombres).

– En la adultez, el 6,7 % ha experimentado trastornos afectivos.

– El consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas inicia en promedio a los 13 años y las sustancias psicoactivas más consumidas son el alcohol, el tabaco y la marihuana, incrementando el riesgo de enfermedades crónicas, disfunción familiar, pérdida de redes sociales y patología dual.

Salud mental en pandemia

Los problemas de salud, dada la ruptura de espacios sociales y el aislamiento, entre otros, incrementó más del 25 % los trastornos de ansiedad y depresión.

Desde 2021 se evidencia un incremento en el número de personas atendidas en 1,7 % y en un13,8 % en intento de suicidio, lo que evidencia los riesgos en salud mental. Ruiz Gómez indicó que, para atender esta problemática de salud pública, “Colombia, en 2019, estableció una Política Nacional de Salud Mental y la Política Integral de Prevención y Atención al Consumo de Sustancias Psicoactivas; se expidió un CONPES, se incluyeron tecnologías y medicamentos para atención integral, se desarrollaron diferentes estrategias intersectoriales en promoción, prevención, tratamiento e inclusión social”.

El Minsalud anunció algunas acciones estratégicas desarrolladas en el contexto de la pandemia:

– Orientaciones para el cuidado y el autocuidado de la salud mental

-Teleorientación en salud mental

– Formación en primeros auxilios psicológicos

.-Psicoeducación comunitaria

– Rutas Integrales de Atención en Salud (RIAS)

– Posicionar la salud mental como intrínseca al desarrollo y al bienestar, a nivel institucional y comunitario. La salud mental debe verse de manera más holística, cultural y social.

– Fortalecer las competencias socioemocionales y parentales para enfrentar los retos de la vida cotidiana.

– Cuidado de la salud mental del talento humano en salud y condiciones de trabajo digno.

– Atención integral y continua centrada en las personas, las familias y comunidades con perspectiva comunitaria.

– Transformar la naturalización del consumo de tabaco y alcohol, abordando el desafío emergente del cigarrillo electrónico.

– Reducir el estigma, el autoestigma y la discriminación en salud mental.

– Promover la inclusión social efectiva para el desarrollo.

Nubia Bautista, subdirectora de Enfermedades No Transmisibles, entregó recomendaciones para no usarlas como ataque ni violencia.

1. Reflexione. Nadie está exento de presentar un trastorno mental a lo largo del curso de su vida.

2. Reflexione.¿Uso términos como “la bipolar”, “el depresivo”, “el alcohólico” “la suicida”, “el autista”, sin conocer lo que significan y sin pensar en lo que puedan sentir los demás?

3. Evite utilizar inadecuadamente, las denominaciones de los trastornos mentales en conversaciones cotidianas para hacer referencia a cambios emocionales naturales que presentamos todos los seres humanos; más aún, evite hacer esto si la intención es violentar a otras personas.

4. Tener emociones intensas como tristeza, alegría, ira, decepción,angustia y desolación, en determinadas circunstancias, no supone necesariamente tener un trastorno.

5. Aunque aveces nos parezcan inofensivas, es importante sacar de nuestras conversaciones, los adagios populares y las palabras despectivas asociadas a la enfermedad mental. Tenga en cuenta que, usar los términos loco, loca o locura, hace que las personas con trastornos mentales se les dificulte comunicar lo que sienten o necesitan. En muchas situaciones esto pasa por temor a encontrarse con personas que no entiendan lo que sucede y los rechacen, estigmaticen o discriminen.

6. Sea empático. Llame a las personas por sus nombres y no se refiera a ellas por las enfermedades que presentan.

7. No se burle de nadie por ninguna razón, mucho menos por su situación de salud. En la actualidad es común escucharncomentarios que ridiculizan a las personas y algunos de estos hacen referencia a los trastornos mentales y, por ende, a las personas que los presentan.

8. Usar palabras o hacer comentarios inadecuados asociados a los trastornos mentales, aumenta la discriminación social y los sentimientos de vergüenza delas personas que los presentan, favoreciendo con ello, el aislamiento, la exposición a violencias, la reducción del diagnóstico, la no adherencia al tratamiento, el deterioro físico y mental e incluso la muerte.

9. Indague sobre qué términos son adecuados para referirse a las personas con trastornos mentales, antes de dirigirse a ellas.

10. Para apoyara una persona con trastorno mental, tómese el tiempo para escuchar a la persona que lo necesite, sin presionarla para hablar; solamente hágale saber que no está sola. Valide los sentimientos sin juzgar.

11. Establezca una red de apoyo entre las personas que presentan trastornos mentales, para motivar la empatía, fomentar la resiliencia y promover la ayuda mutua.

12. Ayude a resolver las necesidades básicas de las personas que tienen un trastorno mental y se encuentran en crisis, ya que pueden estar en riesgo de presentar conducta suicida.

13. Favorezca la expresión de emociones con los seres queridos, quienes puedan manifestarles su aprecio con palabras y actos en todo momento.