El virus de la leucemia felina (FeLV) es un gammaretrovirus que afecta a felinos domésticos de todo el mundo y esporádicamente a felinos salvajes.
La prevalencia puede ser mayor en animales de vida salvaje, pero también puede afectar a gatos sin acceso al exterior. Hoy en día, el número de gatos afectados se ha reducido gracias a la vacunación
La infección por el virus de leucemia felina es considerada una de las infecciones de mayor impacto global en la salud de los gatos domésticos, se consideró el mayor causante de muertes en gatos domésticos y el agente causante de mayor cantidad de síndromes.
Al estimarse que provocaba aproximadamente la tercera parte de las muertes por cáncer en gatos, y que una cantidad aún mayor de gatos infectados morirían por anemia y por enfermedades infecciosas asociadas a los efectos supresores del virus sobre la medula ósea y sobre el sistema inmunológico.
El virus se elimina a través de gatos infectados por medio de secreciones como: saliva, moco, heces, orina, sangre (peleas, pulgas, transfusiones) semen. Por lo que la forma más común de transmisión es a través del contacto directo por mordeduras o compartir comederos y bebederos, así como areneros. Las madres también pueden transmitir el virus a sus gatitos por la placenta o la leche.
¿Cuáles son los síntomas?
El resultado de la infección en los animales positivos es muy variable, incluyen: fiebre, letárgica, pérdida de apetito y de peso, dificultad respiratoria, anemia, alteraciones neurológicas, problemas oculares, gingivoestomatitis (hinchazón y úlceras), dermatosis (lesiones en piel), aumento de tamaño de ganglios, enteritis o vasculitis. Los gatos infectados pueden sufrir varias manifestaciones clínicas al mismo tiempo.
Es importante hacer pruebas a todos los gatos, no importando la edad, ya sean gatitos, jóvenes o adultos, independientemente de su origen al momento de su adquisición o adopción y antes de la vacunación. Así como a aquellos que tengan acceso al exterior, y después de haber tenido contacto con posibles gatos infectados, o que aparezcan con signos de peleas, y presenten síntomas compatibles con la enfermedad.




No existe una cura para la leucemia felina, las terapias están enfocadas al tratamiento de las enfermedades asociadas, a la mejora de los síntomas y mantener una buena calidad de vida del paciente.
Algunos tratamientos para dicha calidad de vida por infecciones asociadas, requieren de una duración mayor que en otros gatos debido a la inmunosupresión provocada por el virus, hay que mantener el estado corporal con una buena dieta. Atención preventiva para detectar lo más rápido posible aparición de anemias, leucemias y neoplasias.
Un gato con infección progresiva su pronóstico de la enfermedad es reservado, ya que aproximadamente el 80% de los gatos mueren antes de los 4-5 años de vida.
La manera confiable de tener a nuestros gatos libres de enfermedades como el virus de la Leucemia felina, consiste en cuadros preventivos de vacunación, así como proporcionar un medio ambiente sano con enriquecimiento de entorno y por supuesto esterilizarlos para evitar el que tengan vida en la calle, y que estén dentro de casa.
Lleva a tu mejor amigo a su revisión con su médico veterinario de cabecera y mantén sus vacunas y desparasitaciones al día.
Por: dra. Alejandra Apango, M.V. Cirugía pequeños animales
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