Como papás cada vez vamos conociendo más a fondo las áreas en que nuestros hijos son más difíciles: les cuesta concentrarse para comer, hacen berrinches con facilidad, tardan en seguir órdenes o sencillamente no les gusta bañarse.

Pero más allá de estos retos que tenemos con los pequeños, resulta frustrante cuando “nos hacen quedar mal” y al estar con otras personas se comportan de una manera distinta, haciendo que parezcan mentiras nuestras acusaciones.

Quizá contigo no come verduras, pero en casa de la abuela las ama. O es posible que en casa no se quede sentado a hacer tareas nunca, pero estando en el jardín es el niño más aplicado con las maestras.

(Vea también: 5 beneficios de crear videojuegos en la niñez: ¿es mejor diseñarlos que jugarlos?)

¿Te has preguntado por qué parece que tu hijo se porta bien con todos menos contigo? Y no, no es porque “te esté midiendo el aceite”.

La psicóloga infantil, terapeuta y docente, Manuela Molina, nos explica el motivo de este comportamiento que podría parecer contradictorio.

¿Por qué tu hijo se porta bien con todos menos contigo?

La manera más fácil de explicar este comportamiento es tomando como ejemplo una reacción muy común de los niños pequeños: al encontrarse con sus papás al salir del jardín. Es posible que en todo el día no haya llorado ni haya hecho ninguna pataleta, pero apenas te ve su actitud cambia.

Esto no quiere decir que tu hijo “te la esté montando” o que sepa que a ti sí te puede hacer berrinche, sino que contigo se sentirá en plena confianza de ser 100% él mismo, por lo que no reprimirá sus sentimientos ni intentará regular su personalidad de acuerdo con el entorno en el que está.

Lee También

Lo más probable es que estando en el jardín, junto a sus compañeritos y su maestra, prefiera ser un poco más reservado con lo que pueda estar sintiendo (tristeza, frustración, enojo, etc.) o que intente manejar un bajo perfil para no llamar su atención, por lo que opte por hacer caso y pasar inadvertido.

Esto mismo nos sucede a nosotros como adultos. Ante una situación de estrés posiblemente no llegaremos a desahogarnos con la primera persona que nos encontremos, pero podríamos llegar al punto de llorar y dejar nuestros sentimientos a flor de piel apenas nos encontremos con nuestra pareja, nuestra familia o cuando hablemos con nuestros amigos más cercanos.

Los niños de manera automática tienden a seleccionar un “Cuidador principal”, sea su mamá o su papá, con quién será diferente a las demás personas en su entorno, como sus maestros, abuelos o demás cuidadores.

Te puede interesar leer: Cinco consejos para manejar la ‘quejadera’ de tus hijos

Con ese cuidador principal se sentirá seguro por lo que será mucho más transparente, sin sentir que debe cumplir con ciertas expectativas, sino que puede descargarse.

Entonces sí, contigo sí “se porta peor”, pero esto no quiere decir que esté mal, sino que tiene la plena confianza de ser él mismo (o ella misma) y de expresarse contigo, sabiendo que eres su puerto seguro en quién encontrará consuelo protección y guianza.