La doctora Astrid Triana Cifuentes, decana de la facultad de Sicología de la Fundación Universitaria Sanitas, entregó estas alertas para que los padres de familia tomen medidas a tiempo y así evitar cualquier tipo de tragedia:

  1. Resistencia a asistir al colegio: el niño o adolecente puede manifestar esta conducta de manera directa por medio del llanto, la ansiedad  y el temor  a asistir a las aulas de clases. Es común que pueda ser expresada a través de somatizaciones tales como fiebre, vómito, dolores de cabeza que no corresponden a situaciones médicas y que se manifiestan antes de ir al colegio.
  1. Actitudes de aislamiento:  el menor no se integra ni participa de las actividades cotidianas; suele estar solo, aislado, no habla o responde con monosílabos.
  1. Evidencia de ansiedad y estrés: es muy normal que cuando un menor está siendo víctima de matoneo, desarrolle en su personalidad signos de preocupación, tensión emocional, miedo y temor, que pueden estar acompañados de llanto sin motivos.
  1. Bajo rendimiento académico: se pueden presentar en algunos casos dificultades para atender, concentrarse  y memorizar (hay recordar que los procesos cognitivos se alteran cuando existe estrés y ansiedad).
  1. Conductas regresivas: comerse las uñas, temor a estar solo, miedo a dormir solo, dependencia de los adultos, no tomar decisiones, actitud infantil y pesadillas.

La doctora aconseja establecer una conversación con él para ayudarlo a afrontar la situación y solucionarla.

El artículo continúa abajo

“Es muy importante que las familias trabajen en la formación de niños con inteligencia emocional, que manifiesten sus sentimientos, que piensen en su propio estado de ánimo y en el de los demás, que sean solidarios y que no tengan temor de hablar con sus padres”, comentó la doctora Cifuentes.