El joven, de Missouri City (EE. UU.), puso el emoticón de una carita llorando en su publicación, la cual se viralizó poco después hasta el punto de llegar a tener 702.000 ‘me gusta’ y 312.000 retuits.

Gracias a ese tuit, Billy logró que cientos de personas visitaran la tienda, en la que no quedaron productos de sobra.

Él mismo confirmó lo anterior en Twitter y aprovechó para agradecerles a quienes ayudaron a su familia:

“Todos ustedes son asombrosos. No puedo agradecerles lo suficiente por venir y apoyar el negocio local. Esto significa muchísimo para mi familia”.

Además de aumentar las ventas, Billy hizo que el negocio ganara seguidores en Instagram: actualmente tiene más de 81.200.