El 16 de noviembre la TSA (Transportation Security Administration) vivió un acontecimiento poco particular en el aeropuerto FK de la ciudad de Nueva York.

Un gato fue detectado por los Rayos X en un control de rutina de equipaje. Dentro de una maleta fue hallado un gato naranja vivo. La sorpresa no fue poca del agente cuando vió al gato naranja dentro del equipaje.

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La maleta fue abierta por un empleado de la TSA, que se sorprendió al ver un gato naranja vivo dentro”, dijo la portavoz de la Administración para la Seguridad de Transporte, Lisa Farbstein, al Washington Post en un correo electrónico. El curioso acontecimiento fue noticia internacional en pocas horas. El gato regresó sano y salvo al lado de su compañero humano.

Cómo llegó el gato naranja a la maleta

Según la TSA (Transportation Security Administration), se comunicaron con el dueño de la maleta, y verificaron que la mascota era de propiedad de otra persona en la casa.

El animal se habría metido en el equipaje, pero pasó desapercibido hasta el control en el aeropuerto. El dueño de la maleta iba camino a Orlando, la TSA se encargó de que el gato regresara sano y salvo a casa.

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Las mascotas pueden viajar de manera legal en la bodega de carga de un avión, aunque es obligatorio que se almacenen en un guacal rígido y especial para ello, bien ventilado y separado.

Aun así, los expertos y las aerolíneas generalmente recomiendan que las mascotas se mantengan cerca como equipaje de mano, ya que la bodega de carga puede ser estresante e incluso potencialmente mortal para una mascota.

Sin embargo, como muchos dueños de gatos podrán decir, los gatos se escabullirán en cualquier espacio estrecho y cálido que puedan. Y este ni siquiera era el primer felino que intentaba pasar unas vacaciones gratis este año.

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En agosto, una familia local en Maine detalló la historia de su gato polizón Delilah, que se coló a bordo de su casa rodante justo antes de hacer un viaje por carretera a Wisconsin.

A diferencia del gato de la TSA, no encontraron a Delilah hasta después de que la familia ya hubiera viajado 1.500 km a Ohio, por lo que pudo disfrutar el resto del viaje y se convirtió en una celebridad local.