En Bogotá, 1’200.000 personas usan diariamente aplicaciones de movilidad como Waze para conocer el estado del tráfico y encontrar vías alternas para evitar embotellamientos, accidentes de tránsito o retenes de Policía.

Caracol Radio informó que la muerte del economista del Externado Álvaro Torres a manos de unos sujetos que intentaron robarlo cuando conducía por el barrio La Paz se dio por un desvío en la ruta que el funcionario del Emisor tomó por recomendación de Waze para que se metiera por el barrio La Paz, en la calle 23A con carrera 2 Este, localidad de Santa Fe.

Ante esta eventualidad existe un importante fallo en la aplicación al no mostrar a los usuarios los puntos críticos, ollas o barrios peligrosos por los que eventualmente podrían pasar los vehículos en cualquier hora del día.

Ante esto, Waze no hace distinción a la hora de desviar a quienes van en carro, sino que los mete por donde crea conveniente con tal de no detener su flujo. Por lo mismo, no tiene reparo en sugerir que se tome una calle que antes era poco transitada.

Dentro de las políticas de la plataforma no se hace énfasis a los problemas de seguridad que se puedan presentar al tomar alguna ruta que el sistema proponga, razón por la cual se vienen presentando varios casos de hurto y violencia al tomar vías alternas que los usuarios desconocen.

El mapa que Waze comparte refleja las ciudades como son, no de la manera como alguien desea que sean. “Si una carretera es pública, se usará dentro de lo razonable para ayudar a difundir los nudos de congestión de tráfico en los espacios abiertos de la red de una ciudad”, explicó Waze a El Tiempo.

Darío Hidalgo, director de la Práctica de Transporte del Centro WRI Ross de Ciudades Sostenibles, señaló a ese medio que “sugiere una colaboración de Waze con la Secretaría de Movilidad para que muchas de estas vías locales no queden como vías susceptibles de ser seleccionadas por los algoritmos de ruteo de la aplicación, y de esta manera darles recomendaciones a los usuarios de la plataforma sin pasar por ahí para evitar estos casos”.

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El impacto que genera el uso de rutas alternas en horas de mayor congestión se ve reflejado en el  aumento de la contaminación, el ruido, la posibilidad de accidentes, el daño de la malla vial y la inseguridad. Pero no es culpa de Waze, sino de los mismos usuarios que son quienes alimentan los datos de la plataforma y contribuyen con ello a ponerle fin a la serenidad de los barrios.