En mi columna anterior, hablamos sobre los puntos positivos -que sí los tiene- que puede tener el hecho de compartir virales o los famosos ‘fake news’. Llegaron varios correos cuestionando tanto el título como la tesis. Y está bien. Ese es el objetivo. Acá la columna en cuestión:

William Rincón

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El lado ¿positivo? de las cadenas y noticias falsas

Compartir noticias falsas mediante los perfiles de redes sociales por WhatsApp se convirtió en un motivo de estudios psicológicos (aunque suene exagerado). Ya son varios los investigadores que se han dado a la tarea de explicar, desde lo científico, ¿qué nos lleva como usuarios a compartir un link, una foto, un estado, un audio y demás que al final del día resulta describiendo un hecho falso? Las respuestas más comunes a esta pregunta, confieso, me sorprendieron.

Resulta que The New York Times realizó un estudio para determinar cuáles son las razones por las que una persona del común comparte contenidos en internet. De hecho, nombraron las cinco principales motivaciones:  La gente quiere mejorar la vida de los demás (94 %).

  1. La gente quiere mejorar la vida de los demás (94 %).
  2. La gente quiere que el contenido refleje su identidad en línea (68 %).
  3. La gente quiere crecer y nutrir las relaciones (80 %).
  4. La gente comparte porque les gusta la sensación de que otros comenten y se comprometan (81 %).
  5. La gente quiere correr la voz sobre algo en lo que cree (84 %).

Y digo que quedó sorprendido porque, al final de la historia, los personas, usted o yo, buscamos ayudar de alguna manera cuando nos enfrentamos a la pantalla del celular y nos sumergimos en ese mar interminable de noticias, videos, trinos, fotos y demás. En definitiva, ninguna de las cinco principales motivaciones es negativa.

Otro estudio llamado, ‘¿What Makes Online Content Viral?’, desarrollado por los profesores Jonah Berger y Katy Milkman, entregó más conclusiones reveladoras. Las investigadoras se dieron a la tarea de analizar cerca de 7.000 artículos de The New York Times para determinar cuáles fueron las que recibieron más vistas y por qué.

El mayor hallazgo fue el siguiente: mientras el contenido más evocaba una gran emoción, como el temor, la ira, la ansiedad, el miedo, la tristeza, el humor o la admiración, mayores eran las posibilidades de ser compartido repetidamente y se convirtiera en viral.

Entonces, de acuerdo con distintos estudios, se combinan dos variables para compartir contenidos, muchas veces falsos. 1. La intensión positiva de quedar ayudar o proteger a otro. 2. El miedo o el temor de que algún ser querido o persona cercana tenga algún inconveniente. Cuando se combinan ambas variables, damos clic en el botón Compartir, enviar o retuitear casi de forma automática.

Por supuesto, hablamos de usuarios comunes. Existe una corriente, infortunadamente cada vez más grande, que comparte contenidos falsos por motivaciones políticas o por el simple hecho de hacer daño o desestabilizar. Sin embargo, sigue siendo muy complejo que un contenido falso se vuelva viral sin la ayuda genuina de usuarios más bien inocentes que quieren ayudar, o que simplemente están leyendo algo que coincide con su ideología o postulados.

Entonces, ¿usted ha compartido contenidos falsos? ¿por qué lo ha hecho? Conversemos. Pueden escribir a redeswrincon@gmail.com

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.