Cuando vi por primera vez una de sus fotografías pensé que se trataba de una imagen retocada. Honestamente, dudo de todo lo que me parece espectacular, sobre todo cuando se trata de esta industria de la salud y la belleza.
Así que empecé a buscar información sobre ella, a seguir sus redes sociales, a ver detalladamente sus recomendaciones y estilo de vida. Fue muy inspirador y motivante leer su historia. Una historia que narra cómo una mujer que jamás había hecho ejercicio en toda su vida logra, después de los 70, quitarse 24 kilos de encima, así como también varios medicamentos y achaques que nos han asegurado que son normales para esa edad.
Joan hace entrenamiento funcional, levanta pesas, practica yoga, se mueve con rapidez y es más dinámica que varias jovencitas de esta época. Los jeans se le ven sensacional y tiene un cuerpazo que, incluso, muchas modelos de 20 envidian.
Sin embargo, no todo lo que vemos en redes es tan real como lo exhiben. Muchos de esos contenidos están editados, retocados e intervenidos para mostrar algo que no siempre es como aparenta. Debo confesar que cuando supe de Joan deseé que su historia fuera cierta, porque sería la prueba reina de que la vejez no es sinónimo de debilidad, enfermedad y cuerpo ‘escurrido’.
Pero, tenía mis dudas. Primero, porque siempre he oído que al llegar a los 50 años las mujeres comenzamos a perder masa muscular y, segundo, porque Joan toda su vida había sido una persona sedentaria, con problemas de obesidad, artritis, reflujo y presión arterial alta, entre otras cosas. 3 años me parecían poco para alcanzar semejante meta con todos sus antecedentes y, por eso, busqué la opinión de un especialista que me ayudara a determinar si los logros de Joan, tal y como se cuentan en internet, son posibles de alcanzar de manera natural.
El doctor Hernando Jaime González, cirujano y especialista en medicina del deporte, con más de 37 años de experiencia, aceptó mi invitación y, muy juiciosamente, analizó el instagram de Joan y las noticias que medios confiables han publicado acerca de ella.
Antes de entrar en los detalles de sus conclusiones, comparto un breve resumen de esta veterana fitness:
Según dice en su propia cuanta de instagram, cuando tenía 70 años decidió volcar su disciplina y esfuerzo hacia una vida de entrenamientos y dieta balanceada. Con ayuda de su hija Michelle MacDonald, que se desempeña como entrenadora física de mujeres mayores de 40, Joan se convirtió en la ‘influencer’ de la industria fitness más veterana.
El sitio insider.com señala que Joan entrena como mínimo 5 días a la semana y la gran mayoría de sus rutinas las comparte en sus redes, además de su plan de alimentación, suplementación, entre otros consejos y ‘tips’ para lograr un buen estado de salud.
La opinión del especialista
Sin embargo, el doctor Hernando Jaime comenta que ni el ejercicio ni la dieta son suficientes para lograr, a esa edad, con los antecedentes de Joan y de forma natural, los resultados que ella comparte en sus redes sociales. Según explica, la pérdida de masa muscular -en las mujeres- comienza alrededor de los 45 años debido a la disminución en la producción de hormonas sexuales (estrógenos y progesteronas). A esto se suman la reducción de masa ósea y los cambios en la distribución de la grasa corporal que, generalmente, afectan el autoestima por los notorios cambios en la apariencia física.
Claro, evidentemente si una persona se ejercita con frecuencia y cuenta con buenos hábitos de alimentación logrará mitigar estas transformaciones, pero desde el punto de vista fisiológico, Hernando Jaime dice que es imposible lograr la figura de Joan sin el uso de esteroides y hormonas anabólicas.
¿Qué efectos secundarios tiene el uso de estas substancias?
Su consumo, a cualquier edad y sin prescripción médica, aumenta el riesgo de presentar afecciones cardiovasculares ( infartos y arritmias), rupturas tendinosas, alteraciones de la función hepática y cáncer entre otros. Sin embargo, en ocasiones específicas algunos especialistas las formulan y, en esos casos, debe haber un seguimiento estricto del tratamiento.
Me decepcioné. No por Joan, porque al final, cada quien elige el camino para alcanzar su meta y, personalmente, no desconozco su disciplina y tenacidad para cambiar radicalmente los malos hábitos de toda una vida. Lo que me desilusiona es que la vejez sea tan cruel. Que tengamos que aceptar que llega a deteriorarnos física y mentalmente. Pero bueno, esa será una pena de la que tal vez les cuente en otra columna.
Continuando con las conclusiones del doctor Jaime, justamente menciona que debemos tener consciencia de los cambios que llegan con el paso de los años y que esto nos obliga no solo a aceptarlos, sino además a ajustar nuestras rutinas a las nuevas limitaciones, incluso si la persona ha practicado deporte regularmente durante toda su vida. ”Cuando alcanzamos la tercera edad no es conveniente continuar haciendo ejercicio como si se tuviera 20 años, porque esto puede generar consecuencias como lesiones cardiovasculares agudas u osteomusculares”, comenta.
Aconseja que quienes pretendan iniciar actividad física, especialmente los adultos mayores, realicen previamente una evaluación médico deportiva para que un especialista prescriba la forma de realizarlo. Un plan en el que sea clara información como la frecuencia, intensidad, duración, restricciones, etc, con el fin de evitar riesgos y contraindicaciones.
Cabe aclarar que la evidencia científica muestra que los ejercicios de fuerza realizados adecuadamente y a cualquier edad, producen grandes beneficios para la salud cardiovascular, osteomuscular , metabólica, inmunológica y cognitiva, como también la disminución de probabilidades de padecer cáncer, especialmente el de mama.
Así las cosas, quizás no logremos -naturalmente- tener el cuerpo de Joan en nuestra vejez, pero está claro que un cambio en nuestros hábitos hacia una vida más activa y con mejor nutrición no solo reducirá medidas, también las posibilidades de padecer enfermedades.
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