Si bien en la temporada de vacaciones los cielos despejados y el sol irradiando sin obstáculos en lo alto del zenit fueron agradables para muchos, se viene la sequía en grande. Lo sabemos. Lo duro y complicado, es que justo veníamos de una temporada de lluvias torrenciales. Sin duda, pronto volverá el Fenómeno de la Niña (¿modelo 2019, 2020, 2021?, que lo digan los meteorólogos) a anegar estas tierras. El calentamiento global, nos lo han dicho de una y mil maneras, es real y palpable. Hoy lo sentimos.

¿Cómo llegamos hasta acá? La respuesta, incómoda a la que se refirió hace 13 años Al Gore en su famoso documental ‘An inconvenient Truth’, es bien conocida: consumiendo sin límites. En cierto curso básico de la materia suelen enseñar (yo diría confundir también) que la Economía es una “Ciencia social que estudia la asignación entre los individuos y la sociedad de los recursos escasos para la obtención de un conjunto ordenado de objetivos de acuerdo con la existencia de necesidades ilimitadas”. ¿Recursos escasos?, cada vez más; ¿necesidades ilimitadas?, lastimosamente eso parece.

Para la muestra esta hermosa, triste e inquietante película corta (dura un poco más de 3 minutos) de Steve Cutts, titulada “Hombre”:

En la primera entrega de ‘El energético’, mi columna para Pulzo (Pensando hoy para vivir mañana), me cuestioné: “¿Qué es “ser humanos”? A veces, tengo que aceptarlo, llego hasta a sentir que ya no lo soy. Otras, al ver la actuación de algunos de mis semejantes, me gustaría no estar aquí.” Hoy la peliculita de arriba responde por mí.

No son exageraciones; si seguimos pensando como seres ilimitados, seguro el planeta no nos alcanzará. No lo está haciendo como lo pone mi amigo David Castells, colaborador de energialimpia.co, en su último libro: ¿Qué planeta heredarán nuestros nietos? Muy recomendado.

¿Será que el fin de la Economía es seguir asignando recursos escasos para necesidades ilimitadas? Menos mal, aún ciertos individuos tenemos cabeza y corazón que palpita. No “tragamos entero” tan fácil. El fin de la Economía, así como el de todas las ciencias sociales, es el bienestar. Y este, sin necesidad tampoco de sufrir demasiado por lo menos en este preciso momento de la historia, empieza por ponernos límites.

Juan Daniel Correa

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No le temas al cambio

Cada uno sabe lo que puede hacer, seguro. Acabemos de una vez por todas con la mala manía de tomar agua en botellas plásticas que desecharemos al instante, así digan que apoyan la causa que sea; de emplear plásticos de un solo uso en general; de no llevar al mercado bolsas reutilizables; de arrojar basura a los ríos, a los mares; de no utilizar las canecas; en fin, asuntos básicos que se suman a muchas más acciones que conocemos. Como no derrochar energía, cambiar los bombillos alógenos por luces LED; si se tiene la posibilidad, adquirir vehículos no contaminantes, montar en bici, no desperdiciar, cuidar el agua; ahorrar, en definitiva. Ser eficientes. Por supuesto, económicamente. Ser humanos.

“Lo que consume tu mente, Controla tu vida”

Anónimo

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