Sirve para expresar el término de lugares, acciones y cantidades continuas o discretas, según lo preceptuado por la gramática española. Hasta se escribe con hache (h) para diferenciarla de asta, que es el palo o la varilla en que se coloca una bandera.

El vocablo hasta se usa en casos como estos: 

«Desde el comienzo hasta el final». 

«Desde Bogotá hasta Pamplona».

«Hasta el sábado hay plazo para inscribirse en el curso de redacción».

«Hasta hoy soportaré tanta ignominia, me iré».

Pero, simultáneamente, cumple las funciones de conjunción y de adverbio por su equivalencia a incluso, también y aun (esta última, sin tilde). De tal suerte, la preposición hasta puede ser empleada para decir, por ejemplo: «Si él no se va, le hubiese hasta pegado».

Esa palabra (hasta) se usa incorrectamente en muchas situaciones. Lamentablemente, también en este caso muchos periodistas, locutores y publicistas son los encargados de promover esa incorrección; sin que falten ministros, alcaldes y gobernadores metepatas.

Obsérvense primero algunos casos en los que la palabra hasta se usa mal:

1. «Hasta la semana entrante se conocería el gabinete de trabajo que acompañará al alcalde». En esta oración hay un error: quisieron decir que la semana entrante se conocería el gabinete, pero por haber antepuesto hasta dañaron el sentido de la expresión; terminaron diciendo que desde la fecha de publicación de la noticia hasta la siguiente semana duraría la información sobre cómo se conformaba el gabinete de Gobierno; demasiado tiempo para divulgar algo tan sencillo.

Pudieron escribir: 

«La entrante semana se conocería el nuevo gabinete del alcalde». 

«El gabinete no sería conocido sino hasta la entrante semana». 

«Antes de la semana próxima no se conocerá el equipo de Gobierno».

2. «Llévelo ahora y páguelo hasta febrero». Con este anuncio publicitario se pretendía decirles a los potenciales compradores de un electrodoméstico que podían adquirirlo sin cuota inicial, llevarlo a casa y empezar a pagarlo en febrero. El anuncio fue divulgado en diciembre. Pero el problema radicó en que por escribir «hasta febrero» terminaron diciendo que desde el momento en que el aparato estuviera en manos del comprador, él debía empezar a pagar su valor; ese ejercicio duraría hasta febrero, es decir, dos meses. No habría, entonces, ninguna promoción ni ventaja alguna para el cliente. ¡Solamente tenía dos meses para pagar la totalidad del valor! Corrección: «Llévelo ahora y páguelo desde febrero»; también: «Disfrútelo desde ahora, nosotros esperamos hasta febrero para que usted empiece a pagarlo»; o: «Llévelo ahora, y empiece (o principie, inicie, comience) a pagarlo en febrero».

3. «Hasta que no venga Juan usted no podrá salir». Muy común es esta expresión, pero no es correcta. Los académicos dicen que las dos negaciones no son censurables, pero aun así resulta más preciso decir: «Hasta que venga Juan usted no podrá salir»; «Usted no podrá salir, sino hasta cuando venga Juan». 

Ahora veamos unos ejemplos sobre el uso correcto de la preposición hasta:

«Hasta el próximo lunes fue extendido el plazo de inscripción en el festival de bandas musicales».

«Hasta que haya cesado el invierno se sabrá el resultado de sus efectos».

«Por ahora, el resto del gabinete es casi un ‘secreto de Estado’, que podría prolongarse hasta el martes». 

Y yo dejo hasta aquí mis observaciones sobre la útil preposición hasta.

¡Hablar y escribir bien: el reto de hoy!

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