Estar encerrados nos ha afectado a todos. Algunas relaciones se han robustecido y otras han sufrido por el exceso de convivencia, o porque no hemos podido ver a las personas que queremos como antes lo hacíamos. Nuestra agenda social, nuestro trabajo y nuestra forma de relacionarnos ha cambiado de forma radical en este año. Es posible que en algunos momentos nos sintamos tristes, sin energías o que tengamos momentos en los que nos da el irremediable bajón. Esto es normal y entendible. Lo importante es no negar la tristeza, sino entender por qué nos sentimos así. Es bueno permitirnos tener esos momentos, y de alguna forma saborearlos como parte de nuestro proceso vital.

Sin embargo, es clave que sepamos que nosotros mismos nos podemos proporcionar el bienestar que buscamos y que hay acciones que nos traducirán satisfacción y nos permitirán sentirnos mucho mejor. Esto es clave para poder sobrellevar los momentos amargos y para que nosotros autorregulemos nuestro bienestar de forma consciente.

Aquí van tres claves para que conectemos con nuestro bienestar a coste cero.

Los amigos son tu divino tesoro

Los elegimos por lo que nos aportan, por lo que nos alimentan por dentro y por su grado de compatibilidad con nosotros. Son nuestros confidentes, nos apoyan, celebran con nosotros, nos acompañan en el camino de forma voluntaria. Conectar con ellos en nuestros momentos difíciles los harán más llevaderos. Si no los hemos podido ver por temas del confinamiento, acerquémonos a ellos por videollamada y tengamos presente que en cuanto podamos, vernos de carne y hueso nos hará sentirnos bien por el hecho de encontrarnos y compartir lo que nos ha pasado, cómo nos sentimos y qué pensamos.

Muévete y elige una actividad física

Da igual si no somos unos ‘runners’ de parque estrella o no. El hecho de movernos y ejercitarnos nos hará liberar insulina, adrenalina y, si hacemos ejercicio de esfuerzo prolongado, liberaremos serotonina, que ha sido llamada la hormona de la felicidad. Con ejercicios más relajantes como la meditación, el estiramiento y el yoga conseguiremos liberar endorfinas, que se asocian con el placer y con la eliminación del dolor. Veamos qué actividad física nos gusta más y practiquémosla mínimo dos veces por semana. Si no eres de gimnasios, no te des látigo con abonos y mensualidades, mira si una bicicleta te sienta mejor o si entrenar en casa con videos de YouTube te parece más sencillo. Aprovecho este momento para recomendar a Fausto Murillo, un antioqueño lleno de vitalidad que empezó en 2012 a colgar rutinas y ahora se ha hecho el entrenador de miles de personas por su carisma. Échale un vistazo si quieres empezar a entrenar ahora mismo y ver resultados claros.

Busca tu equilibrio mental meditando

Hay acciones que nos van a equilibrar por el simple hecho de que podemos relajarnos y desconectar de lo que nos preocupa. La mejor forma de lograrlo en mi caso es a través de la meditación. Desde que hice mi formación como coach descubrí los beneficios de la meditación y me gusta ponerla en práctica en mis clientes. Hay meditaciones de 5 minutos que puedes hacer en cualquier momento y que te harán sentir mucho mejor.  Si quieres meditar y no sabes cómo hacerlo, puedo ayudarte en una sesión, además estoy preparando meditaciones para mis clientes de acuerdo a las necesidades que me han expresado en consulta. Estudios de la Universidad de Harvard concluyeron que la meditación trae beneficios psicológicos y bajas en el nivel de ansiedad, estrés, presión sanguínea, depresión y angustia.

Meditar es sencillo, sólo necesitas destinarle un tiempo y dejar que tu mente calme sus pensamientos mientras dejas que tu propia respiración empiece a hacer su trabajo. No sale a la primera siempre, pero con paciencia y disciplina verás lo maravillosamente bien que te sentará.

Si no lo has puesto en práctica, ¿qué esperas?

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