Me empezaron a asignar proyectos más importantes que a mis compañeros aunque seguía sabiendo mucho menos que ellos.

Nunca entendí por qué pasaba. Pero lo he visto en decenas de empresas – de todos los tamaños – y en todos los niveles del organigrama.

Cuando alguien es ascendido (o recibe un aumento, un premio o un reconocimiento) salen los ‘haters’ a decir que es pura rosca, los amigos del homenajeado a defenderlo y los lambones que siempre se suben en el bus de la victoria, a ver como se acercan a esa persona.

Pero cuando estamos empezando nuestra vida profesional no tenemos ni idea sobre lo que debemos hacer para avanzar.

Los consejos de los ‘mayores’ son siempre los mismos, genéricos y abstractos: Trabaje duro.

Trabajar duro puede significar muchas cosas, puede significar más horas, más esfuerzo, mantenerse más ocupado, etc., pero no siempre significa mejores resultados. Si se trabaja duro en las cosas menos importantes, será un esfuerzo desperdiciado.

Otra idea que muchos jóvenes tienen es que con más títulos, vendrán más ascensos. Por eso el afán de estudiar maestrías. Pero el título no garantiza nada, es una herramienta más y punto.

He tenido (y seguro muchos de ustedes también) varios jefes con menos títulos que yo.

Pero hay cosas que tienen en común las personas que logran ascender en las empresas actuales. Cosas que casi nunca nos dicen, pero que pueden evitarte una gran frustración:

 Observar, observar y observar

Aunque cada organización es diferente, en todas pasa lo mismo: Hay una persona que manda, hay otras personas que le hablan al oído al que manda. Están los que son ‘intocables’, hay unos insoportables, etc. Por eso hay que observar cómo funciona esta dinámica interna, identificar quién es quién y cómo se mueven las cosas.

Mostrar progreso, no habilidades

La forma como el cerebro humano mide algo, siempre es por comparación. Si alguien te parece atractivo, es en comparación con su estándar de belleza. Alguien feo, en tu opinión, es porque es menos atractivo que otras personas.

Crear un contraste es importante para convencer a alguien. Ese contraste puede ser contra otras personas, pero en ese caso hay factores que no se pueden controlar: la otra persona puede ser más amable, más hábil en el trabajo y hasta más atractiva ¯\_(ツ)_/¯.

La mejor forma de crear contraste de una manera sana, es contra uno mismo.

Mostrar progreso es la mejor herramienta para que te comparen contra ti mismo: La forma como has mejorado tus presentaciones en público, ahora cometes menos errores en tus reportes, tus emails son más concretos que antes.

El contraste genera mucha recordación y les crea la imagen a tus superiores de que tienes la capacidad de seguir creciendo.

Trabajar más horas es mala señal

Si crees que trabajar desde temprano y salir tardísimo de la oficina va a llevarte a la cima, piénsalo de nuevo.

Si trabajas más horas de lo normal, algo estás haciendo mal.

No estás aprovechando bien el tiempo o le estás diciendo que SI a todo (reuniones inútiles, hacer el trabajo de otros compañeros, comprometerte con fechas imposibles).

Esto solo te va a llevar a incumplir, tener problemas de salud, cometer errores y quedarte sin pareja.

No te preocupes por las medallas

Desde el colegio nos han “premiado” con reconocimientos. Ser el mejor estudiante, el mejor atleta, el que más se esfuerza, el único que hizo la tarea, el que trae la comida más rica. Pero en la vida real no es así. Tu trabajo es hacer que otras personas queden bien.

Si tu jefe queda bien, hiciste bien tu trabajo. Si tu cliente es reconocido gracias a un proyecto que le vendiste, lograste tu objetivo. Si la empresa crece gracias a tu trabajo, esa era tu misión.

Llevarse el crédito, no importa. De hecho, pelear por tomar el crédito o llevarte las medallas, solo va a disminuir el valor de lo que hiciste.

Evita ser un(a) buen(a) “asistente”

A todos nos encanta tener a alguien que haga todo por nosotros; saque buenas fotocopias, sepa pedir la pizza cuando hay que trasnochar y se acuerde de mi fecha de aniversario.

Pero nadie quiere que esa persona se convierta en el siguiente gerente.

Lo importante no es ser muy bueno en esas cosas insignificantes, sino que la empresa sienta que no vale la pena desperdiciar nuestro tiempo en eso, cuando podríamos estar haciendo cosas de mayor impacto.

Rodéate bien

“Somos el promedio de las 5 personas con las que más pasamos tiempo”, dice Jihm Rohn.

Aplica en la vida y aplica en el trabajo. Evita andar con los chismosos de la oficina, con los vagos y con personas que te impidan crecer (así sean súper buena gente).

Además no estarás enviando la señal equivocada.

Aprende a comunicarte

Sea cual sea tu función, la clave está en comunicar tus ideas y tus resultados.

Una nueva idea puede ser percibida como una queja, una piedra en el zapato o como una oportunidad valiosa. Depende de cómo se transmita. Toma cursos de (o lee sobre) oratoria, redacción, diseño de presentaciones y otros temas que te ayuden en este aspecto.

Para resumir

En todo trabajo lo más importante es hacer bien tu labor. Eso no tiene atajos, no tiene trucos.

Pero no puedes cegarte a los otros factores que te ayudarán a ser tenido en cuenta la próxima vez que quieran promover a alguien.

Ser buena persona no basta, incluso, hay estudios que muestran que personas tóxicas, siempre y cuando tengan manejo político, tienden a ser ascendidos.

Muestra avance, entiende la dinámica interna, comunícate bien, no te rodees de personas que frenen tu progreso, olvídate de llevarte el crédito, no te conviertas en un buen asistente y no creas que pasándote 10 horas al día en una oficina vas a crecer.

Acuérdate que ascender a una persona es una decisión de otra persona, piensa cómo ella sentirá que se beneficia con su decisión.

*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.