La preocupación y la incertidumbre se han apoderado de la familia de Ana Gabriela Posso Jiménez, una prometedora estudiante de Química Pura en Cartagena que desapareció. La ansiedad persiste desde el 16 de junio, cuando su familia, a pesar de varios intentos, perdieron el contacto con la joven de 18 años. La última conversación que tuvo fue el 15 de junio, con su tía a través de videollamada, según informó El Tiempo.
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La joven vivia sola en un pequeño apartamento en la capital del departamento de Bolívar, donde también trabajaba en un gastrobar para costear sus gastos de vida y educación. “Ella siempre ha sido muy responsable y autónoma, nunca antes había dejado de comunicarse así”, expresó su padre en el impreso.
Ese mismo 15 de junio, la mujer hizo otras llamadas a sus familiares. Le marcó a su primo Andrés, pero él no pudo contestarle porque estaba trabajando y luego le hizo una videollamada a sus tías, que sería clave dentro de esta investigación, según el rotativo.
“Habló con mi tía que es de Barranquilla. Le comentó que estaba muy alegre, que le estaba yendo bien en la universidad, le estaba yendo bien en el trabajo”, dijo su primo Andrés al citado medio.
Un día después, el padre le escribió un mensaje, pero ella no respondió. Él pensó que lo contestaría luego, ya que seguramente ella estaba enfocada en sus estudios y después se reportaría, como solía hacerlo. Sin embargo, el 17 de junio, su papá volvió a comunicarse, pero de nuevo el intento fue fallido, aunque con un detalle particular.
“Los mensajes le llegaron, los vio, pero no respondió”, aseguró su primo. Horas más tarde, insistió nuevamente, solo que el celular pasó a estar apagado y los mensajes de WhatsApp ya no los había recibido.
“Él me escribió, como yo vivo en Cartagena, para decirme que Ana no le respondía. Yo también le escribí a ella, pero nada. Le dije a mi tío que viniera a Cartagena lo antes posible para poner la denuncia porque era muy raro”, expresó Andrés en el periódico.
La Policía de Cartagena y la Sijín están manejando la denuncia de la desaparición, interrogando a conocidos de Ana Gabriela y buscando cualquier pista que pueda llevar a su paradero. Sobre su desaparición se mantiene un absoluto misterio: el barrio donde vivía no cuenta con cámaras de seguridad funcionales y nadie reportó haberla visto salir. Además, se encontró en su apartamento que había dejado parte de su ropa, lo que contrasta con informes de su lugar de trabajo que indicaban que había renunciado cinco días antes de desaparecer, de acuerdo con el citado diario.
La familia de Ana Gabriela, a la que describen como una joven de tez trigueña, estatura de 1.60 metros, cabello rizado y largo de color negro y contextura media, implora a quien tenga información que ayude a dar con su paradero que se comunique a los números 3008878505 y 122 de la Fiscalía, tal como fue publicado en el cartel de búsqueda.
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La desaparición de Ana Gabriela no es un caso aislado en la ciudad de Cartagena, donde se registran otras dos alertas activas por desapariciones de mujeres: Mayerling Pérez, de 33 años, y Tatiana Hernández, de 23 años.
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