Por ese motivo, el gobierno de Brasil informó este miércoles que permanece en “situación de alerta” ante la posible llegada de la ‘nube’ de langostas que avanza por Argentina rumbo al sur de ese país, en dirección a Uruguay, según la previsión inicial.

El Ministerio de Agricultura brasileño indicó en un comunicado que, de acuerdo con el pronóstico meteorológico para la región sur de Brasil, es “poco probable” que los insectos se adentren en territorio brasileño.

Sin embargo, afirmó que trabaja desde ya en “estrategias” y medidas de control en caso de que haya un cambio repentino en las previsiones climáticas que favorezca la llegada de la plaga a territorio brasileño.

Las imágenes en las redes sociales generaron pánico en Argentina, por lo que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) aclaró que estos insectos no atacan a los humanos, aunque sí son un peligro para los cultivos, pues pueden comer lo mismo que 350.000 personas.

Según la cartera, la formación de ‘nubes’ de langostas ha ocurrido de manera “relativamente frecuente” desde 2015 en países vecinos como Bolivia, Paraguay y Argentina.

La actual plaga entró a Argentina a finales de mayo procedente de Paraguay y, según señaló el gobierno brasileño, está compuesta por langostas Schistocerca cancellata.

La plaga se ha desplazado ya a través de unos 1.000 kms desde que ingresó a Argentina por la provincia de Formosa y ha atravesado también las provincias de Chaco y Santa Fé. Se encuentra actualmente en Corrientes, en cercanías de Entre Ríos.

Esta especie provocó varias infestaciones en 1938, 1942 y 1946, con focos originarios de Argentina que entraron en la región sur de Brasil y afectaron a los estados de Rio Grande do Sul, Paraná, Santa Catarina y Minas Gerais.

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En esa época provocaron grandes pérdidas, especialmente a los cultivadores de arroz, y ahora, dice el Ministerio de Agricultura, langostas de este tipo han vuelto a causar daños en Bolivia, Paraguay y Argentina.

Entre los factores que pueden estar detrás de la proliferación de estos insectos figuran desde climáticos (temperatura, humedad relativa del aire, dinámica de los vientos), hasta el número de predadores, parásitos o enfermedades.

La inmensa nube de langostas se mueve por el día y se asienta por las tardes y las noches. Si llueve o la temperatura es baja, no vuelan, señala El Comercio.

Según las autoridades argentinas, que vigilan la plaga prácticamente minuto a minuto, estas ‘nubes’ de langostas pueden recorrer 150 kilómetros en un solo día, aunque depende de la temperatura, pues si es baja su movimiento tiende a reducirse.

La alerta por este fenómeno coincide además con la crisis del nuevo coronavirus, que en Brasil deja ya cerca de 54.000 muertes y 1,2 millones de contagios, y continúa en plena propagación por el país, según el último boletín del Ministerio de Salud.