Después de 20 años Colombia tendrá a un hombre al frente del Ministerio de Educación. Desde el 2002 a la fecha han pasado por el cargo Cecilia María Vélez, María Fernanda Campo, Gina Parody, Yaneth Giha Tovar y María Victoria Angulo. El turno ahora es para Alejandro Gaviria, escogido por el presidente electo, Gustavo Petro.

María Victoria Angulo, actual ministra, le compartió a LA PATRIA las que considera tareas para el próximo ministro, basada en su gestión en estos cuatro años.

(Vea también: Denuncian nuevas irregularidades en el PAE; proveedores estarían sacando su buena tajada)

La funcionaria resaltó que en el Plan de Desarrollo se fijaron metas desde primera infancia hasta educación superior. “Las pudimos cumplir en un alto porcentaje, gracias a un trabajo colectivo en uno de los momentos más difícil de la historia para el sector, la pandemia por la COVID-19”.

El nuevo presidente ha enfocado sus propósitos en una educación superior pública y gratuita. “También lograr centros de excelencia universitarios públicos centrados en la investigación y la expansión de la educación para cubrir las regiones más olvidadas”.

Tareas para el nuevo ministro

La ministra Angulo expuso lo siguiente:

* Este sector necesita que se construya sobre lo construido y continuar avanzando a partir de un trabajo articulado y armónico. Se requiere seguir avanzando en una educación cada vez más pertinente y cercana al estudiante, y en la universalización de la atención integral a la primera infancia, jornada única y doble titulación.

* Más que programas de un gobierno, estas iniciativas constituyen una ruta que le permitirán al país avanzar en la ruta de las recomendaciones realizadas por la Misión de Sabios.

(Vea también: Prestigioso colegio del país perdió el año; papás no pagaron matrículas y tuvo que cerrar)

* Bajo un concepto de bienestar, acogida y permanencia, llegamos con el programa de alimentación escolar al 76 % de los niños del país e impactamos en los ambientes de aprendizaje con 12 mil nuevas aulas, y más de 3.000 mil mejoramientos entregados y en curso. Esta cruzada no puede detenerse si queremos lograr que todos los niños tengan mejores entornos escolares y cuenten con condiciones para permanecer en el sistema y graduarse.

* Cada vez más el sistema requiere promover más y mejores aprendizajes y en ese sentido iniciativas como Evaluar para Avanzar, que queda en curso, será fundamental para mitigar las brechas que se acentuaron en pandemia y profundizar una conversación del sector en torno a trayectorias, aprendizajes y evaluación, en un proceso en el que lo cognitivo y lo socioemocional juegan un papel fundamental para impactar el desarrollo integral de niños y jóvenes.

* Con docentes y directivos que inspiran y lideran todos estos procesos de transformación y cambio, las tutorías y las redes de conocimiento lideradas por las universidades constituyen elementos claves para fortalecer las políticas regionales y, como lo señala Unesco, permiten agregar valor al ecosistema educativo.

*Respecto a innovación académica es fundamental realizar nuevas acciones administrativas que posibiliten una gestión efectiva de recursos que permitan la implementación de nuevos modelos educativos tendientes al mejoramiento de la experiencia de enseñanza y aprendizaje. En esta vía, el sistema debe aprovechar los datos y sistemas de información disponibles para alertar posibles deserciones y fortalecer las estrategias que fomentan la permanencia.

(Vea también: Operador del PAE quiere ceder contrato; debe plata a manipuladoras de alimentos)

*Con un trabajo de escucha con la comunidad educativa es necesario profundizar el cierre de brechas en la ruralidad, avanzando en la ejecución de los planes establecidos en los municipios del Programa de Desarrollo de Enfoque Territorial (PDET), que comprometen a la fecha recursos del sector por más de $ 800 mil millones.

* La educación debe expandirse cada vez más, debe reconocer las diferencias de contextos e innovar para atender mejor los desafíos. En este sentido, desde la educación superior se avanzó en importantes reformas en materia de calidad, orientadas a contar con una mejor lectura sobre lo que requieren los estudiantes, contemplando la posibilidad de distintas modalidades. Hay que continuar esta ruta, robusteciendo una oferta académica que responda a las demandas de los jóvenes y de sus familias y comunidades.

(Vea también: Conozca las mejores ciudades del mundo para estudiar; Bogotá casi sale del top 100)

* Gracias al compromiso de este Gobierno y del Congreso de la República, la implementación de la política educativa ha contado año tras año con las mayores asignaciones presupuestales.

Más presupuesto para la educación, una de las peticiones reiterativas que hacen los colombianos a los gobiernos, se logró en el cuatrienio honrando los acuerdos, haciendo incrementos consecutivos y graduales, sumando fuentes al sector provenientes de nuevas normas, como son la Ley de Regalías y la Ley de Inversión Social, y recursos de otras carteras que desde una visión intersectorial agregaron en materia de infraestructura educativa, ciencia y tecnología, y apoyo económico a los estudiantes y sus familias, con iniciativas como Familias en Acción, Jóvenes en Acción, Obras por Impuestos, recursos destinados a la atención de la población migrante e inversiones en municipios con Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET) y en las Zonas Futuro.

No obstante, atender con suficiencia los desafíos señalados requiere estudiar la posibilidad de sumar más recursos y que las regiones cuenten a mediano plazo con un marco financiero que posibilite el desarrollo de sus políticas.

Lee También

La estrategia en materia de educación

La ministra Angulo dijo que para lograr más recursos en educación es necesario generar esquemas de financiamiento a la oferta y a la demanda que redunden en recursos que sumen al fortalecimiento de la educación superior, para el mejoramiento de la calidad, la presencia regional y los procesos de investigación, ciencia y tecnología en educación superior.