El mandatario caleño se defendió asegurando que lo sacaron de contexto: “Yo lo que quise decir y de golpe me han malintepretado o quedó inconcluso es que si hay alguna cosa que tenemos que hacer es luchar por sacar precisamente a la población negra de Cali de la situación en la que está”, dijo en Blu Radio.
A Armitage, como a muchos medios, se les acusa de racistas por utilizar la palabra “negros” como si fuera un término denigrante, cuando en realidad está aceptado por la RAE, y por Fundéu.
Con esto coincide el alcalde de la capital del valle, pues subrayó que él les dice “negros” sin ninguna prevención porque tiene su conciencia tranquila: “Yo tengo mi vida clara, si hay alguna persona que se ha preocupado por la estabilidad y por la incorporación de los negros en Cali he sido yo”.
“Cuando uno va a las comunas lo que ve es un gran desempleo de mujeres negras y hombres negros que no tienen trabajo, que no tienen oportunidades. Estamos luchando para darles trabajo y darles oportunidades”.
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La emisora estuvo de acuerdo en señalar que Armitage no es racista y por ello recalcó que el gabinete de gobierno cuenta con “8 secretarios afro, 2 de los 3 gerentes de las empresas grandes que tiene el alcalde en la región son afros y es el presidente de Amunafro desde el año 2016”, que es la asociación de Alcaldes de Municipios con Población Afro descendiente en Colombia.
Armitage señaló además que no le inquieta en absoluto que lo “tachen de racista”, pero lo que sí le preocupa “la situación de ellos”.
Lo que otras personas criticaron fue la frase con la que continuó su declaración: “Tenemos un millón de negros en Cali, convivimos con ellos en paz, los queremos mucho, pero tenemos que tener cuidado con este tipo de violencia”. Eso fue interpretado como una forma de culpar a quienes han llegado desplazados de Buenaventura por los problemas de inseguridad que tiene la ciudad.
Varios ciudadanos resaltaron que el alcalde de Cali debe tener más cuidado con no dejar frases incompletas o en el aire y aprender a expresarse.
Cabe recordar que no es la primera vez que Armitage queda en medio de una tormenta por no usar un discurso políticamente correcto (¿incluyente?) o manejar ciertos estándares en el lenguaje. En otra ocasión, por ejemplo, hizo referencia a que el país “debe pedirles perdón a los guerrilleros por empujarlos a las armas”.
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