Con una amplia votación (125 votos a favor y 13 en contra), la Cámara de Representantes aprobó el proyecto del Gobierno para prorrogar y modificar la Ley 418, que permite adelantar diálogos con actores armados al margen de la ley y que por tanto es clave para la búsqueda de la “Paz total”.

Su aprobación se dio luego de un extenso debate en la plenaria de la cámara baja del Congreso, tras la luz verde que le dio el Senado el pasado 24 de octubre. Así las cosas, el Gobierno tiene el consentimiento del legislativo para hacer de la “Paz total”, su principal bandera, una política de Estado que, de acuerdo con el ministro del Interior, Alfonso Prada, es el primer paso “hacia la profundización de la democracia en Colombia”.

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El ministro estuvo presente no solo el miércoles, en el cuarto y último debate del proyecto, sino en cada una de las discusiones que se dieron en el Congreso. Al concluir el trámite, con éxito para el Gobierno, Prada agradeció al Congreso y señaló que ahora tienen la capacidad para buscar la forma de cerrar los conflictos con otros actores amados, tal como ocurrió con el proceso de paz las Farc.

“Es el inicio de la solidaridad y de la inclusión”, destacó Prada una vez finalizó el trámite del proyecto. También dijo que esta es la cuota inicial “para pasar la página definitivamente, del baño de sangre en que todavía estamos sumidos, del retraso al que nos somete el conflicto armado, que nos debe conducir hacia la paz total, donde la vida sea digna y podamos vivir sabroso, en paz y dignamente”.

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Aunque todavía falta la conciliación y sanción presidencial, lo que viene con esta ley es la definición de las estrategias de paz en las regiones más golpeadas por la guerra. “No es lo mismo hacer la paz por las condiciones culturales, geográficas, de ubicación, por el tipo de delincuencia o por el tipo de actividad política violenta que se desarrolla en el Pacífico colombiano, o en Nariño, o en el Bajo Cauca, en el Catatumbo, en el norte de Santander o en el Cauca, en el sur o en el norte del Cauca”, señaló el mininterior.

El funcionario, quien también tuvo que ver en la estructuración y avance de los diálogos de paz con las extintas Farc, indicó que la importancia del proyecto radica en que ahora cuentan con las condiciones para abrir los diálogos y negociaciones con aquellos grupos armados a los que le reconocen estatus político, como ya ocurrió con el Ejército de Liberación Nacional (Eln). “Procesos de diálogo con miras a celebración de acuerdos de paz”, indicó Prada.

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El servicio militar obligatorio se transformaría

Un punto clave que destacó el funcionario sobre el trámite de la iniciativa es que, contrario a lo que un sector de la opinión pública considera, el servicio social para la paz como alternativa al servicio militar obligatorio no se hundió. “No eliminamos el servicio militar obligatorio, sino que creamos una alternativa para que los jóvenes colombianos en distintas posibilidades, como la formación digital y el trabajo, precisamente para difundir los principios de paz y convivencia en el territorio”.

Esta propuesta, que en efecto se cayó durante el trámite en la plenaria del Senado, pero cuya votación se reabrió al considerar que no hubo la suficiente ilustración ni debate, pretende brindar a los jóvenes una alternativa para no prestar el servicio militar. De acuerdo con el texto aprobado, el “servicio social para la paz” tendría una duración de 12 meses, “al término del cual se recibirá una certificación que será equivalente a la libreta militar, una remuneración conforme a lo también previsto para el servicio militar”.

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¿Qué sigue ahora para el proyecto?

El proyecto pasará la próxima semana a conciliación en Senado y Cámara de Representantes. La conciliación se da para establecer el texto definitivo del proyecto, en caso de que existan diferencias respecto a lo aprobado en los debates en Senado y Cámara de Representantes. Si eso ocurre, se creará una comisión accidental de conciliación, para superar las diferencias.

Dicha comisión debe estar integrada por los congresistas que participaron en la discusión de los proyectos, sus autores y ponentes, así como quienes hayan formulado reparos, observaciones o propuestas en las plenarias, pues son justamente estos miembros del congreso quienes tienen un mejor conocimiento de lo que se debatió. Esto se hará la próxima semana y luego el texto pasará a ser sancionado por el presidente Gustavo Petro para convertirse en Ley.