Estoy en una especie de cruzada para que salgamos de la trampa, de las cadenas, de la cárcel de las ideologías“, aseveró Betancourt, en entrevista con Yamid Amat.

“A nombre de eso se han cometido actos de barbarie como el que nos tocó vivir a nosotros. A nombre de una ideología que pretendía detentar las llaves del bienestar humano, el comunismo, terminamos nosotros convertidos en cosas, en animales”, añadió, refiriéndose a su secuestro.

“Las ideologías nos cierran la perspectiva de análisis, nos encasillan, no nos dejan hablar con el otro, no nos permiten construir consensos”, explicó.

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En ese sentido, Íngrid Betancourt dice que espera que haya una opción que no polarice y que ayude al país a salir de la crisis. Amat le preguntó si eso significaba su regreso a la política, y ella inicialmente lo negó:

“No aspiro a ser la opción ni parte de la opción. Para mí la política está en el pasado. El precio por hacer política en el caso mío fue muy alto, traumático”, lamentó.

Según ella, ahora es capaz de conciliar posiciones más diversas que antes, e incluso opuestas, y prefiere eso: “La política es un lastre: uno entra en la política y se cierran las puertas; no puede volver a hablar, no puede uno decir las cosas sin que lo tergiversen. Son los ataques gratuitos, mucha agresividad, mucha violencia. Es perder la posibilidad de hablar de otra manera”, opinó.

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¿Cuál es su intención entonces?, le preguntó Yamid Amat. “Hay gente que cree que uno siempre tiene una agenda escondida. En el caso mío estoy acá y quiero ayudar, es todo“, se limitó a decir.

Sin embargo, esto no satisfizo al periodista, que le insistió en si lo que significa es que vuelve a hacer política en Colombia, “entendiendo la política como el arte de gobernar”:

“Si la política es el servicio a los demás, que es lo que debería ser, no he dejado de ser política en el alma. Pero hay una política que es diferente, que es la política electoral, que es la política de las estrategias electorales, que es la política de acceso al poder. Esa política no me interesa”, aclaró.

La otrora aspirante presidencial también dijo que se siente capaz de aportar  “la posibilidad de reflexionar desde la experiencia, desde las posibilidades que tengo de hablar con mucha gente, de cómo puedo aportar esas posibilidades para tratar de salir de un trancón histórico en el que estamos en este momento“.

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Por último, dijo que no cree en versiones fatalistas según las cuales “Colombia volvió al pasado y estamos reeditando la violencia”:

“Tenemos un activo de paz que es muy fuerte y estamos tratando como sociedad de encontrarnos y ajustarnos a ese nuevo escenario de paz que para nosotros es desconocido porque todos estamos traumatizados por la violencia y por la guerra. Poco a poco tenemos que entrar a hablarnos de otra manera, a entendernos, a mirarnos de otra forma, a dejar de ser maniqueos en nuestra manera de interpretar nuestra realidad política, y para eso se necesita que haya personas que hablen de esta manera”, concluyó.

Entonces bienvenida de nuevo a la política, entendida como el arte de gobernar“, se despidió a su vez el director de CM&.

Esta fue la entrevista: