Abad, cuya trayectoria —en la cual se hallan varios libros y también un buen número de reconocimientos nacionales e internacionales por su obra— le ha valido ser una de las voces más importantes hoy en el país, dedica su columna de este domingo en El Espectador a la revista Semana, al Grupo Gilinski (propietario de esa publicación desde hace unos meses) y a la periodista Vicky Dávila.

El malestar de Abad se originó por la forma como Semana informó el miércoles pasado que el diario capitalino estaría a punto de convertirse en semanario por “la baja circulación, la caída de la pauta y la pandemia”.

“El nuevo dictador de noticias y director/propietario de la revista Semana, que como buen banquero vive olfateando quiebras hasta donde no las hay, cuando tiene rabia con algún medio colombiano manda publicar en su revista siempre la misma noticia”, escribe Abad en su columna, haciendo alusión a cuando la revista dijo que las acciones del Grupo Prisa, dueño de Caracol Radio ya no valían y que los dueños de la emisora estaban en la ruina.

“O el niño Gilinski es bobo o no se ha dado cuenta de que un buen medio de comunicación, un gran periódico impreso o digital, tiene un patrimonio que no se mide solamente en dólares o en pesos”, sigue Abad en su diatriba contra Semana y sus dueños. “Habrá que explicarle, por ejemplo, que existe un patrimonio moral invaluable, que él no sabe percibir y sería incapaz de medir. Que las principales acciones de un periódico se miden en verdades publicadas, en independencia frente al poder, en honradez intelectual, en pluralidad política”.

Razones para no ‘dejar morir’ a El Espectador en la crisis, según uno de sus periodistas.

Artículo relacionado

Razones para no ‘dejar morir’ a El Espectador en la crisis, según uno de sus periodistas

Y en ese punto alude a Daniel Coronell y arremete contra la revista desde la perspectiva de la ética y el decoro, pues le asegura también a Gilinski que ese patrimonio moral del que le habla “también puede medirse (a la baja), en el caso del Banco Semana, en columnistas despedidos simplemente por expresar sus opiniones, en el ejercicio de sonsacar con billeticos verdes periodistas de otros medios y en saltarse por la faja al director o al editor de su revista, poniéndoles por delante no a la persona más capacitada y honesta, sino a la mejor paga”.

“Pero dejando a un lado las vergajadas del Banco Semana y su banquero mayor, lo que hay que decir sobre este periódico nuestro, El Espectador, al que tanto queremos e intentamos honrar, en el que escribimos con orgullo teniendo siempre como faros éticos a don Fidel y a don Guillermo Cano, es que los bancos que no sean de la familia Gilinski pueden estar tranquilos: el periódico tiene un respaldo económico que no está asfixiado pese a la pandemia”, agrega Abad.

En otro de los apartes de su columna, Abad se refiere a Vicky Dávila: “Si [al ‘nuevo dictador de noticias y director/propietario de la revista Semana’] le da un ataque de ira con El Espectador, finge que siente un dolor horrible, derrama lágrimas de cocodrilo y manda a su Vickita a que abra la página de su revista/banco con una noticia inventada por él mismo: que El Espectador está insolvente, en la ruina, que ya no circula y que se va a volver un mísero semanal como Semana. Ay. Es como un aviso para los acreedores: no le presten nada a ese periódico, que está insolvente”.

Esté sábado, Adolfo Zableh Durán le dedicó en El Tiempo un comentario también a Dávila, según el cual, la periodista hace parte de esos personajes “a los que el mundo se les va encima cada vez que hablan en internet. No sé cómo alcanzaron tal estatus y por qué ellos y no otros, pero, digan lo que digan, siempre juegan de visitante. Y no se trata de si nos agradan o no, si tienen la razón o están equivocados, el punto es que cada tanto son tendencia y llega a ser preocupante si pasa una semana y no les han caído en gavilla”.

Columna de Salud Hernández a Coronell en Semana

Artículo relacionado

Salud H. habla de "frustración" de Coronell, y se cobra la crítica que le hizo Héctor Abad

Para Zableh, Dávila “más que víctima parece ser alguien muy hábil para nutrirse de la polémica”, y la compara con María Fernanda Cabal, Kika Nieto, Pautips, La Liendra, La Segura, Yina Calderón, Andrea Valdiri y Aída Victoria Merlano.

El jueves pasado, Fidel Cano, director de El Espectador, salió en varias emisoras a aclarar el futuro del importante periódico bogotano, frente a la versión que dio Semana. En Blu Radio, Cano explicó que la crisis provocada por la pandemia del coronavirus ha golpeado “de manera muy especial” la edición impresa del diario, sobre todo de lunes a sábado.

En esos días, admitió Cano en la emisora, la edición está “prácticamente sin publicidad”. “Los ingresos por publicidad en los últimos meses han quedao por el 30 % de lo que se vendía normalmente en meses iguales”, dijo.

“De manera que estamos mirando opciones para pensar en el futuro del periódico, y no demorarnos en tomar decisiones. Una de esas, que se ha filtrado, es una de las que estamos revisando, que sería dejar de circular en el impreso de lunes a sábado y volver a tener no más nuestra edición principal de los domingos”, agregó en esta emisora el director del rotativo.

Después se refirió a Semana: “Pero esto no es, pues, como lo presentó Semana: que estamos azotados por baja circulación y otro tipo de cosas. Esto se explica por la pandemia claramente. Como si ellos [Semana] no fueran un semanario también y como si no circularan menos que El Espectador del domingo”.

“Pero, bueno, algunos ven la competencia así…”, añadió en tono desesperanzado.

“Hace un buen tiempo decidimos que éramos primero digital y hemos venido en esa transformación desde hace mucho tiempo con muy buen éxito”, siguió en su explicación Cano. “Llevamos ya tres años con nuestro cobro por contenido que sigue creciendo”.

Contó que el mercado publicitario que está tan afectado durante la pandemia, en el caso de El Espectador digital “sigue creciendo, de manera que entendemos que ahí hay unas señales que nos están indicando que la hora del papel, por lo menos entre semana pues no es la mejor”.

“Desde que entramos en el aislamiento y se cerraron los vuelos, no hemos podido circular fuera de Bogotá con el impreso de lunes a sábado. Los domingos, por el volumen de la circulación, hemos podido irnos por tierra a todo el país, obviamente a un mayor costo, pero esa se sostiene. Entre semana estamos circulando solamente en Bogotá. A los suscriptores nacionales nos ha tocado mandarle un PDF de la edición, pero obviamente eso no es lo mismo. Y algunos han temido contagiarse con el periódico físico”, sumó Cano a las explicaciones que pueden derivar en una decisión que aún no se ha tomado.

En Caracol Radio, Cano reiteró su malestar con Semana y repitió las palabras que pronunció en Blu Radio: “No es como lo quiso presentar la revista Semana, como un azote, por falta de circulación, y que el semanario fuera un acabose, como si ellos no fueran un semanario y como si ellos no circularan menos que El Espectador del domingo. Entonces, no creo que se pueda presentar esto como eso. Por supuesto es un momento difícil pero creo que va en la línea del desarrollo empresarial que ha tenido El Espectador en los últimos años”.