Ese documento tiene tres columnas. La primera hace referencia al “concepto”, es decir, a qué grupo pertenecían las personas que fueron dadas de baja (ELN, Pelusos, Puntilleros, Clan del Golfo, Grupos Armados Organizados Residuales y Propias Tropas); la segunda, a las “afectaciones de 2018” y la tercera, las “afectaciones del 2019”.
Para completarlos, los uniformados debían tener en cuenta tres variables: las capturas, las desmovilizaciones y las bajas en combate, aseguró Semana.
En uno de los formularios, revelados por la revista, el brigadier general Mauricio Moreno, comandante de la Segunda División, se comprometía a hacer 324 afectaciones al Eln, el doble de las que hubo el año pasado (162).

“Según esa proyección, prácticamente debíamos capturar, desmovilizar y dar de baja en un año a prácticamente la mitad del Eln que delinque en el área de la Segunda División, que según los datos del Ministerio de Defensa está por los 800 hombres en esa zona. Eso es absurdo. La única forma es inflando las cifras de capturas y desmovilizados y dando de baja a gente para hacerla pasar por Eln”, dijo un uniformado a Semana.
Como ese, otros formatos, que también tenían un espacio para escribir los “objetivos milítiares a neutralizar”, fueron completados y firmados por otros comandantes. No obstante, tras el artículo que hizo el diario The New York Times, sobre el posible regreso de los ‘falsos positivos’ por esa directriz, el comandante del Ejército, general Nicacio Martínez determinó retirarlo.
A continuación, un video donde se ven los formatos:
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